Cuando en 2009 apareció el BMW X6, todos nos quedamos atónitos al ver un SUV con un aspecto de deportivo, con esa línea coupé que tanto le caracteriza. Surgieron muchas dudas, sobre todo, si estaría a la altura como para clasificarlo casi de deportivo o simplemente era pura estética. Por aquel entonces ya cayó bocas y consiguió afianzarse en esa categoría de SUV coupé deportivo, y ahora en su nueva generación en 2021, BMW ha refinado aún más esa sensación que te transmite hasta la versión más descafeinada del X6.
He aquí la prueba al volante del que quizás, hasta día de hoy, sea el coche que más he disfrutado conduciendo.
El BMW X6 30D Xdrive 2021.
Análisis exterior
Cuando vemos el nuevo BMW X6, un montón de sensaciones se te cruzan por la mente. ¿Es realmente un SUV?, ¿Por qué esa línea coupé si no es un deportivo?, mientras, también piensas: “es un coche precioso, es agresivo a la par que, refinado, y esa línea coupé le da un toque único que el resto de marcas se han apresurado a copiar”. Por algo será.
Sin duda estamos ante un coche imponente. Su frontal no destaca por su altura, si no por su anchura. La filosofía de BMW en este coche ha sido la de crear un deportivo con una gran habitabilidad y unas capacidades de 4×4 aceptables para pasar por alguna pista de vez en cuando. Es por esto por lo que digo que la aerodinámica en el frontal ha sido muy cuidada. No es un SUV deportivo. Con esto me refiero a que no tenemos un gran frontal vertical que dificulta que fluya el aire por la carrocería. Esto es gracias a tener un frontal relativamente bajo y ancho. También ayudan las grandes rejillas móviles integradas en los dos riñones de la calandra. Estas rejillas permanecen cerradas durante la conducción para facilitar el flujo de aire por encima del capó, mientras que, si el motor necesita una mejor refrigeración, éstas se abren facilitando el paso del aire al vano motor.
El capó presenta un tamaño bastante grande. Resulta un capó muy largo, que se adentra hasta los riñones de la parrilla, y que a la vez se estira a lo ancho hasta las aletas. Junto a las líneas de tensión que presenta y que, combinado con el parachoques delantero específico del acabado M, le da un toque agresivo, pero en su justa medida. Ah, como no podía ser de otra manera, contamos con los faros Laser de última generación de BMW para terminar de darle ese toque tecnológico y de lujo al coche
Igual ocurre en el lateral del coche. Tenemos una línea muy deportiva con ese capó tan alargado, las salidas falsas de aire tras el pase de rueda, unas líneas de estilo a lo largo de las puertas y unos pases de ruedas marcados que alojan unas ruedas con llantas de 22” multi-radio que deberían de ser obligatorias para cualquier BMW X6.
Además, contamos con la característica caída del techo al estilo coupé que termina de rematar este aspecto tan deportivo con el que cuenta el X6.
En la zaga culmina el trabajo de diseño de este X6. Con una luneta trasera casi plana, coronada por un pequeño alerón, continua hasta el final del portón del maletero donde encontramos una pequeña arista, rematada con un spoiler muy fino que le da a la parte trasera un toque elegante y deportivo a la misma vez.
Más abajo encontramos los pilotos led con el formato horizontal original del X6, aunque en este caso se tratan de un nuevo diseño. Estos pilotos se encuentran divididos por el portón, por lo que una parte se queda anclada a la carrocería del coche.
Finalmente, encontramos un parachoques robusto, con musculatura, donde se integran las dos salidas de escape reales adornadas con unos embellecedores. Por lo menos son reales, no como otras marcas del segmento premium. Rematan este parachoques un sutil difusor que incorpora este pack M.
ANÁLISIS INTERIOR
Lujo, confort, deportividad, exclusividad… Eso es lo que se respira una vez te montas en el X6. Pese a que estamos ante una versión común (No es un X6 M Performance, por ejemplo), El nivel de acabados y calidades de construcción son exquisitos. En las plazas traseras contamos con una buena entrada pese a tener el techo tan bajo. Una vez dentro, te quedas maravillado con el color marrón de la tapicería en cuero que recubre los cómodos asientos, al igual que los laterales de las puertas, donde se integran además inserciones metálicas y cuero negro.
Pese a que desde fuera parezca que hay una mala habitabilidad en las plazas traseras debido a su caída coupé, es tan solo una ilusión óptica. Con el asiento del conductor colocado a mis 1,78 metros de altura, hay más de un palmo de distancia desde las rodillas al respaldo del asiento. Igual ocurre hacia el techo. Si bien puede haber cierta sensación de agobio por la caída del techo, realmente tenemos espacio de sobra hacia él, con algo más de cuatro dedos de separación.
Para mejorar aún más la habitabilidad de las plazas traseras, contamos con un sistema de climatización que podremos controlar desde la consola central.
Cuando nos montamos en el puesto del conductor, nos damos cuenta de que estamos ante un BMW. Esto se debe a que todo está enfocado para el conductor, como la pantalla de infoentretenimiento que está ligeramente girada hacia la izquierda.
Una pantalla que puede ser controlada de manera táctil, con un dial giratorio y botones rápidos ubicados en la consola central, o mediante gestos como ya habitúa BMW en su sistema.
En el salpicadero tenemos una segunda pantalla. Se trata del cuadro de instrumentos totalmente digital y a color, donde podremos ver toda la información referente a la conducción, así como la ruta a seguir cuando introducimos una dirección en el navegador.
Como no podía ser de otra forma, los acabados del salpicadero y de las puertas son exquisitos. No hemos apreciado ninguna holgura ni crujido. Además, están rematados con cuero negro y marrón, al igual que con inserciones metálicas.
En los asientos delanteros contamos con regulación eléctrica y varios modos de masajes, así como ventilación y calefacción. También tenemos calefacción en el volante, que se presenta en cuero negro con una gran terminación y un muy buen tacto y grosor.
PRUEBA DINÁMICA
Si por algo se caracteriza BMW es por su tacto deportivo en toda su gama de modelos, y este BMW X6 no es una excepción. Pese a no estar ante la versión más deportiva, la sensación que transmite a la hora de conducir es de estar a los mandos de una berlina deportiva en vez de en un SUV.
Tanto el motor, un seis cilindros en línea turbodiésel de 286 caballos, como la caja de cambios automática de tipo convertidor de par de ocho velocidades asociado a un sistema de tracción total y la puesta a punto del chasis y la suspensión neumática hace que el dinamismo de este coche sea exquisito. El confort de marcha es espectacular, gracias a su suspensión neumática y al confort de los asientos hacen que viajar en este coche sea una experiencia de lujo.
Si por algún casual nos apetece salir del asfalto y adentrarnos en el campo, gracias a la suspensión neumática podremos subir la carrocería y evitar así rozar en cualquier lado. Además, gracias a los modos de conducción específicos para el sistema 4×4, podremos movernos sin dificultad por grava, barro, nieve o arena.
Por supuesto también tenemos modos de conducción para la carretera. Entre ellos el modo Sport, que, en combinación con el modo manual de la caja de cambios, convierte el coche por completo y deja la refinación por la deportividad. También ayudan sus 650 N/m de par que entrega el motor, y es que con tanto par, las aceleraciones son de escándalo, haciendo el 0 a 100 km/h en 6,2 segundos.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño elegante y deportivo
- Puesto de conducción
- Motor potente y refinado
- Acabados interiores
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Banqueta trasera sin regulación eléctrica
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
Veredicto Final
