El Jeep Renegade es un modelo icónico para la marca, que ha sabido adaptarse a los cambios del mercado sin perder su esencia todoterreno. Aunque su diseño y enfoque urbano puedan parecer alejados de las raíces de la marca, el Renegade demuestra que Jeep puede ofrecer un producto versátil y adaptado a las necesidades actuales de los conductores.
La versión e-Hybrid que hemos tenido la oportunidad de probar esta semana es un ejemplo de ello. Con etiqueta ECO de la DGT y un precio asequible a partir de 32.100 euros, este híbrido convencional combina la eficiencia y sostenibilidad de su motor eléctrico con la potencia y capacidad off-road que caracterizan a la marca Jeep.
El Renegade e-Hybrid demuestra que la tecnología híbrida no está reñida con el espíritu aventurero de la marca, ofreciendo un vehículo capaz de adaptarse a cualquier situación y terreno, tanto en la ciudad como fuera de ella. Con esta versión, Jeep demuestra una vez más su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, sin dejar de lado su ADN todoterreno.
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El Jeep Renegade es un éxito instantáneo desde su lanzamiento en 2014 y se coloca en el top de ventas de la marca gracias a su personalidad y diseño característico.
Análisis exterior e interior
El Jeep Renegade es un SUV pequeño que se destaca por su diseño personal y su espíritu aventurero. Desde su lanzamiento en 2014, ha sido un valor seguro para la marca gracias a su imagen robusta y a su capacidad todoterreno, que se combinan con un tamaño compacto que lo hace ideal para la ciudad. El Renegade se posiciona en un segmento muy competitivo, donde el diseño es uno de los factores clave para atraer a los consumidores. Y en este sentido, el Renegade no defrauda, con un estilo muy propio que se mantiene fiel a la filosofía de Jeep.
El frontal del Renegade es uno de los elementos más característicos de su diseño. La parrilla con las siete aberturas verticales es un distintivo de la marca y se integra en un marco que también aloja las ópticas principales circulares. Los intermitentes y las antiniebla se ubican en la parte inferior del paragolpes, que es bastante prominente y está acabado en plástico negro. En la versión e-Hybrid que hemos probado, el acabado tope de gama Upland añade elementos decorativos en bronce y el llamativo color Matter Blue, que hacen que el Renegade se diferencie claramente de otras opciones del segmento.
Las formas del Renegade son cuadradas y robustas, con ángulos rectos que le dan un aspecto muy característico. Aunque recuerda a los modelos de antaño, el Renegade tiene un aire moderno y actualizado que lo hace atractivo para un público joven y urbano. Los voladizos son cortos y la trasera llama la atención por su verticalidad, con unos pilotos cuadrados y un paragolpes abultado en la parte inferior. En el caso de la versión e-Hybrid, la única diferencia respecto a otras versiones es la inscripción e-torque en pequeño, que identifica a este modelo como híbrido.
En cuanto a las dimensiones, el Renegade se sitúa en la media del segmento, con una longitud de 4.236 mm, una anchura de 1.805 mm y una altura de 1.665 mm. Sin embargo, su altura y sus ángulos de entrada y salida son mayores que la media, lo que lo hace más apto para enfrentar terrenos difíciles. La distancia entre ejes es de 2.570 mm, lo que se traduce en un habitáculo cómodo y amplio para cuatro pasajeros. Además, el Renegade cuenta con algunos detalles prácticos, como las barras de techo o los plásticos protectores en los bajos de la carrocería, que refuerzan su carácter todoterreno.
En resumen, el Jeep Renegade es un SUV pequeño que se distingue por su diseño robusto y fiel a la filosofía todoterreno de la marca. La versión e-Hybrid amplía la gama de opciones del Renegade y demuestra el compromiso de Jeep con la sostenibilidad y la innovación. Las dimensiones del Renegade son adecuadas para el segmento y su altura y ángulos de entrada y salida lo hacen apto para enfrentar terrenos difíciles. En general, el Renegade es una opción interesante para quienes buscan un SUV pequeño con un diseño personal y un espíritu aventurero.
La forma en la que se experimenta el interior del Jeep Renegade es claramente diferente a la de la mayoría de los coches actuales. La presencia de formas cuadradas más clásicas le confieren una apariencia robusta y, de hecho, presenta detalles como el asidero del copiloto que no suelen encontrarse en muchos otros modelos. No obstante, la calidad de los materiales utilizados no es especialmente destacable, ya que la mayoría de ellos están hechos de plásticos duros y algunos no resultan demasiado agradables al tacto. A pesar de esto, también hay algunos detalles que resultan atractivos, como la tapicería de tejido Seaqual con plástico reciclado procedente de los océanos, las alfombrillas y ciertas molduras.
En lo que respecta a la tecnología, el Jeep Renegade está equipado con un sistema multimedia Uconnect NAV con pantalla táctil de 10,1 pulgadas, aunque se encuentra situada en una posición bastante baja. Si bien el sistema es fácil de utilizar gracias a sus menús intuitivos y cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, estos solo funcionan mediante cable. Además, también dispone de un menú específico para el sistema híbrido, aunque solo muestra información sobre el flujo de energía y los consumos. Por otro lado, los controles de la climatización se mantienen analógicos en la parte inferior.
De manera general, la sensación que se tiene dentro del Jeep Renegade es como si se hubiera retrocedido en el tiempo algunos años, con sus pros y sus contras. Esto se hace evidente a través del volante circular clásico con numerosos botones, incluyendo unos gatillos en la parte trasera. La instrumentación es mixta, con grandes esferas que muestran la velocidad y las revoluciones a los laterales y una pantalla LCD en el centro que brinda información relativa al ordenador de a bordo.
En cuanto al espacio interior, el Jeep Renegade cuenta con una muy buena disposición para ser un B-SUV. La elevada altura del modelo beneficia tanto a las plazas delanteras como traseras. El acceso a la segunda fila resulta sencillo gracias a la apertura de las puertas en un ángulo casi recto. En las plazas laterales hay suficiente espacio para las piernas y la cabeza, aunque la plaza central es bastante estrecha, por lo que resulta más recomendable viajar con cuatro personas en vez de con cinco.
El Jeep Renegade e-Hybrid cuenta con el mismo espacio de carga que las versiones de combustión, lo que significa que podemos disfrutar de hasta 351 litros de capacidad. Además, el maletero tiene una amplia boca de carga y formas regulares que lo hacen prácticamente cúbico, al igual que el resto del vehículo.
Sin embargo, el portón trasero de este modelo es totalmente vertical, lo que puede ser un problema si aparcamos muy cerca de una pared. También es importante destacar que el vehículo no incluye una rueda de repuesto, en su lugar se encuentra un kit antipinchazos. No obstante, si necesitamos más espacio de carga, siempre podemos abatir los asientos traseros en dos partes para obtener una superficie total de 1.297 litros.
PRUEBA DINÁMICA
La principal novedad del Jeep Renegade e-Hybrid es su sistema de propulsión híbrido que le permite obtener la etiqueta ECO. Combina un motor principal de gasolina turbo de 130 CV con un motor eléctrico de 15 kW integrado en la transmisión automática de doble embrague y siete relaciones. Sus prestaciones son medianas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y una velocidad máxima de 191 km/h. Pero lo más interesante se descubre al conducirlo. Además, la mecánica híbrida reduce el consumo combinado hasta los 5,7 l/100km y las emisiones de CO2 a 129 g/km.
El Jeep Renegade e-Hybrid cuenta con un sistema de propulsión híbrido que le permite conseguir la etiqueta ECO gracias a su motor principal de gasolina turbo de cuatro cilindros y 1.5 litros, que desarrolla 130 CV y 240 Nm de par, y a su motor eléctrico de 15 kW que sirve de apoyo y para moverse de forma limitada, siempre que lo permita la batería de 0,8 kWh. Sus prestaciones son medias, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y una velocidad máxima de 191 km/h. Aunque se intenta dar prioridad a la mecánica eléctrica en algunos momentos puntuales, la batería limita el aprovechamiento del modo eléctrico en comparación con otros rivales híbridos. Además, se percibe una falta de refinamiento en las transiciones entre el motor de gasolina y el eléctrico y una frenada regenerativa difícil de dosificar. A nivel de chasis, la suspensión y la dirección están bien ajustadas, pero el modelo no ofrece tracción total y sus aptitudes off-road son limitadas. En términos de consumo, el modelo se sitúa en la media del segmento, con un consumo medio de 6,5 litros.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño especial JEEP
- Sistema propulsión hibrida
- Suspensión
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Limitación en modo eléctrico
- Transición entre motores
- Falta de tracción total
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!