Esta semana, McLaren está celebrando una década desde que presentó al mundo la versión de producción de su icónico automóvil hiperdeportivo, el McLaren P1™. Este hito no solo es significativo para McLaren, sino que también es un momento clave en el desarrollo de vehículos híbridos de alto rendimiento, como se ve reflejado en el más reciente lanzamiento del McLaren Artura.
El McLaren P1™ fue diseñado con la intención de ser “el mejor coche de conducción del mundo tanto en carretera como en circuito”. Sus especificaciones técnicas y su diseño fueron cuidadosamente pensados para lograr este objetivo ambicioso. A lo largo del año 2013, el automóvil fue sometido a una serie de pruebas rigurosas, incluyendo la vuelta al famoso circuito de Nürburgring Nordschleife, donde demostró su capacidad excepcional.
El McLaren P1™ cuenta con un motor V8 M838TQ de 3,8 litros y doble turbocompresor que produce 737 CV (727 bhp), combinado con un motor eléctrico ligero que produce 179 CV (176 bhp), lo que da como resultado un total de 916 CV (903 bhp). Estas cifras se traducen en unas prestaciones asombrosas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, de 0 a 200 km/h en 6,8 segundos y de 0 a 300 km/h en 16,5 segundos, cinco segundos más rápido que el legendario McLaren F1. Además, su velocidad máxima de 350 km/h ha contribuido a la reputación del McLaren P1™ como uno de los automóviles más atractivos del mercado.
Sin embargo, lo que realmente destaca del McLaren P1™ es su capacidad de demostrar que la electrificación puede mejorar significativamente los modernos sistemas de propulsión turboalimentados. Además de su cadena cinemática híbrida de gasolina-eléctrica, el automóvil se beneficia de la excelencia aerodinámica y el reducido peso del vehículo, dos características distintivas de la marca McLaren.
El núcleo del McLaren P1™ es el monocasco de fibra de carbono MonoCage, que cuenta con un techo y es una evolución de la estructura MonoCell presente en el superdeportivo 12C de McLaren. Este monocasco es clave para lograr una masa optimizada en un vehículo con un peso mínimo en seco de tan solo 1.395 kg, con un peso DIN de 1.490 kg. La prioridad de McLaren sigue siendo la búsqueda constante de la ligereza, y en 2023 el Artura, un híbrido de altas prestaciones con un equipamiento generoso de serie en lugar de ser un hiperdeportivo extremo de edición limitada, pesa DIN 1.498 kg.
La carrocería del McLaren P1™ está compuesta por paneles de fibra de carbono, que incluyen una gran carcasa, paneles delanteros y traseros de una sola pieza unidos a la jaula central MonoCage, dos pequeñas trampillas de acceso en la parte trasera, un capó delantero y dos puertas. Estos paneles pesan en total sólo 90 kg y son muy resistentes a pesar de su delgadez extraordinaria. Además, la batería híbrida, que está montada en la parte inferior del MonoCage de fibra de carbono, pesa sólo 96 kg. La filosofía de minimizar el peso es muy evidente en el McLaren P1™, y se han aplicado estrategias similares en el Artura.
El McLaren P1™ no incluye alfombrillas ni insonorización, ya que se consideran innecesariamente pesadas. Los cristales se rediseñaron para reducir el peso, y el cristal del techo es superligero y tiene un grosor de sólo 2,4 mm. El parabrisas también se ha adelgazado hasta un grosor de 3,2 mm, incluyendo una capa intermedia de plástico, lo que ha permitido ahorrar 3,5 kg en comparación con el parabrisas de 4,2 mm del 12C.
El gran alerón trasero del McLaren P1™ optimiza la aerodinámica y se ajusta automáticamente, pudiendo extenderse hacia atrás hasta 300 mm en circuito y 120 mm en carretera. Se ha desarrollado utilizando el mismo software y metodología que el equipo McLaren de Fórmula 1. Además, el diseño del McLaren P1™ integra un sistema DRS (Drag Reduction System) para reducir la carga aerodinámica y aumentar la velocidad en línea recta mediante la inclinación del alerón trasero, en lugar de utilizar un alerón abatible.
La carga aerodinámica del McLaren P1™, resultado de una combinación de modelos aerodinámicos CFD y muchas horas de pruebas en túnel de viento, es de 600 kg a una velocidad mucho menor que la máxima. Este vehículo extremadamente exclusivo y codiciado se agotó en cuestión de meses desde su lanzamiento, con los 375 modelos de producción ya asignados en noviembre. La producción del primer modelo, pintado en color Ice Silver, finalizó en septiembre de 2013, momento en el que ya se había consolidado como un referente en cuanto a prestaciones.
