Brixton nació en el seno del grupo KSR, una compañía austriaca que pretende abarcar todo el mercado mediante dos métodos, uno es revivir clásicas marcas como Lambretta o Malaguti y otro la creación de nuevas marcas que revitalizan el mercado con segmentos actualizados.
Pese a la juventud de la marca, ha sabido orientar su estilo y hacerse un hueco en el mundo retro. Comenzando por modelos accesibles para clientes con carnet A1, hasta encumbrarse en lo más alto con su grandioso motor 1200.
La invitada llegó al mercado para batirse en duelo con modelos consagrados en el segmento de las naked clásicas y tiene pinta de que va a estar muy disputado.
La estética de la Cromwell destaca por su fidelidad a las motos clásicas del siglo pasado, sus formas transmiten solidez, potencia y elegancia a partes iguales. SI faltaran motivos para definirla como retro, tenemos un faro redondo con tecnología led, fuelles en las horquillas, depósito con forma de gota y un asiento plano para terminar de redondear una zaga exquisita y bruta con doble salida de escape.
La parte “neo” la completan sus dos mapas de potencia, acelerador Ride by Wire y su pantalla TFT de aspecto clásico pero con buena visibilidad (donde encontraremos un puerto USB).
El detalle de acabados es muy bueno, los materiales utilizados son de primer nivel, rezumando calidad por los cuatros costados y poniendo en valor la intención de la marca de crear un modelo premium.
VIDEO PRUEBA en YouTube
Es difícil encontrar elementos de baja calidad en la Cromwell, el ajuste y los materiales son de primer nivel.
La reinterpretación del diseño clásico entra bien a primera vista, es fiel y sus proporciones son perfectas para el segmento de motos retro.
PRUEBA EN CIUDAD
Donde se disfruta bien de este 1200 y de su parte ciclo es en carretera abierta, el par nos catapulta con decisión y suavidad, es asombroso el equilibrio conseguido por la marca entre tradición y evolución. En caso de necesitar fuerza para ejecutar un adelantamiento o una incorporación solo tendremos que girar el puño derecho dando igual la marcha engranada, conseguiremos la velocidad necesaria de manera veloz y estable.
La ventaja del peso elevado la encontramos en su estabilidad a velocidad de crucero por la autovía, sentimos que vamos sobre raíles y solo echaremos en falta más protección aerodinámica, cosas de las naked. ¿Quién sabe si Brixton nos regalará una versión con un semicarenado?
Para aportar más estabilidad, contamos con una horquilla delantera invertida firmada por KYB de 41mm y un recorrido de 120mm, para la rueda trasera contamos con dos amortiguadores laterales con 87mm.
En la frenada dependemos de dos discos de 310mm con pinza de doble pistón firmada por Nissin y un disco trasero de 260mm, con una mordida óptima y un tacto de maneta y pedal suficientes.
La mayor desventaja de la Cromwell es el asiento, cuyo diseño retro no ofrece el confort suficiente para realizar largos trayectos aunque si tiene espacio suficiente para dos pasajeros.
La posición de conducción es puramente naked, espalda recta, brazos ligeramente flexionados y piernas en ángulo de 90 grados.
Si deseas una conducción más deportiva tenemos disponible el modo Sport, con un tacto de acelerador más reactivo que se vuelve una auténtica bala.
El depósito cuenta con 16 litros de capacidad, en la media del segmento, que nos permitirá recorrer unos 250 kilómetros antes de repostar, su consumo se sitúa alrededor de los 6 litros cada 100 kilómetros.
PRUEBA EN CARRETERA
Pero si compramos esta moto es para olvidarnos de la ciudad y recorrer las carreteras de nuestro país o, si eres más aventurero, algunas internacionales.
Si en ciudad era una moto cómoda en carretera es mucho mejor, muy estable a todas las velocidades y con un confort de marcha propio de una maxitrail premium gracias a unas suspensiones muy aptas para viajar: Horquilla invertida Kayaba de 43 mm de diámetro y 160 mm de recorrido en el eje delantero y monoamortiguador hidráulico progresivo con 159 mm de recorrido y ajuste en precarga y extensión.
Para la frenada confían en dos discos flotantes de 310 mm con pinza monobloque de anclaje radial y 4 pistones firmada por Tokiko en la rueda delantera y un disco de 260 mm con pinza monopistón firmada por Nissin, toda una señal de confianza a la hora de detener nuestra V-Strom.
El asiento de dos piezas resulta cómodo, con un mullido óptimo y unas formas que favorecen la ergonomía en largos viajes, es probable que la fatiga nos llegue coincidiendo con la parada de repostaje.
Los 20 litros de depósito nos permitirán hacer unos 400 kilómetros siempre y cuando controlemos el gas.
El bloque de 1037 centímetros cúbicos y doble árbol de levas transmite a las ruedas 106 caballos a 8500 vueltas y un par motor de 103 Nm a solo 4000 revoluciones por minuto.
Por último debemos hacer hincapié en su fabulosa protección al aire, solo haría falta poder ajustar la altura de la pantalla sin necesidad de bajarnos de la moto.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño puramente clásico
- Motor de los de antes, con garra
- Iluminación
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Mullido del asiento
- Caos en la instrumentación
VEREDICTO FINAL
¿Cómo se rompe con los prejuicios? Rompiendo los esquemas habituales. Y Brixton ha dado en el clavo creando un modelo premium en el que todo va mejor que bien. Un ajuste bueno y unos materiales de calidad para envolver una mecánica tradicional que enamora al primer golpe de gas. Además tenemos electrónica acorde a los tiempos que corren. El resultado es una opción muy buena, muy bonita y barata para contraatacar a sus rivales europeos.
IMÁGENES DISPONIBLES DE LA MOTO PROBADA
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
