Han pasado 46 años desde que la marca del óvalo azul decidiese sacar al mercado un pequeño utilitario de tracción delantera para rivalizar con Volkswagen entre otros. Además, “Made in Spain” pues fue fabricado en la fábrica de Almussafes, Valencia (siendo una de las más grandes de Europa), la cual fue construida con dicho fin. En honor, se llamaría Fiesta. Lo demás es
historia
Ahora, tras ocho generaciones entre nosotros y más de 17 millones de unidades vendidas, el Ford Fiesta dirá adiós el año que viene. Esta información, confirmada por la compañía, es un secreto a voces desde que llegó al mercado el Ford Puma.
Su hermano, aunque más joven, pero más alto y con un diseño que enamoró al público, ha fagocitado sus ventas desde su incorporación a la gama en 2020.
Si bien el Puma se basa en la plataforma del Fiesta y emplea sus motorizaciones, el diseño y habitabilidad superior a la del Fiesta ha cautivado a los clientes. Incluso a mí, reacio a la “crossoverización” de ese nombre.
Es por ello por lo que la marca americana ha decidido poner fin a 46 años de historia automotriz para mejorar los números bancarios apoyándose en el Puma. Prueba de ello es la inminente llegada del Puma 100% eléctrico, mientras que del Fiesta no se conocen noticias relacionadas con una propulsión eléctrica más allá del sistema microhíbrido que monta actualmente. Al igual que tampoco se comercializan carrocerías de tres puertas desde la pasada primavera.
El Ford Fiesta pasará a la historia como uno de los mejores utilitarios en prácticamente todas sus generaciones. Fiabilidad, diseño, precios asequibles, y una puesta a punto en cuanto a chasis se refieren han sido algunas de sus virtudes en sus versiones “normales”. En cuanto a las variantes deportivas XR2 y ST, sin duda han colocado al Fiesta en el Top de los Hot Hatches, tanto por diseño como por prestaciones. El mundo de los Rallyes tampoco se le ha dado mal, siendo una de las plataformas más empleadas por los pilotos y de las más laureadas en todos los tramos.