Vuelve el Golf R con la 8va generación
En 2002 nacía una versión que debía mejorar algo inmejorable. El Golf GTI se quedaba corto de potencia y a principios de siglo decidieron montar un motor de seis cilindros 3.2 con 241 caballos. Surgía así el primer V6 de Golf para un deportivo que se ponía a la altura de los grandes GTI hatchback del momento e integraba tracción 4Motion para ser más manejable.
Desde entonces, su leyenda no ha hecho más que crecer siempre a la sombra del mítico GTI pero mejorando y enamorando con cada generación hasta llegar a nuestro invitado de hoy, el Golf R Mk8.
Las llantas que equipa la unidad de prueba son de 19 pulgadas en color negro y contrastan de maravilla con el blanco de la carrocería.
Análisis exterior e interior
Pese a ser un modelo bastante conservador durante sus más de 45 años en el mercado, si vemos un gran cambio en esta octava generación debido a un diseño más afilado y más orientado a los gustos de la época, se alargan los faros, la trasera gana rectangularidad y empaque y los pasos de ruedas se acentúan.
El acabado R presenta unos paragolpes específicos, en los cuales vemos una gran agresividad delantera con líneas muy marcadas y deportivas mientras que la zaga nos presenta un difusor en negro brillo acentuando las cuatro salidas de escape, que… ¡Cómo suenan!
Como era de esperar no encontramos cromados nada más que en los escapes y destacan elementos en negro brillo a lo largo de todo el coche.
El habitáculo del Golf es minimalista y prueba de ello es la ausencia de botonería en el salpicadero, limitado a cuatro accesos directos y la zona táctil del climatizador y la radio.
Destacan materiales blandos y de aspecto agradable en toda la zona superior del salpicadero, dejando los materiales menos agraciados para la parte inferior y gran superficie de las puertas, especialmente en las traseras.
Su volante cuenta con el mismo diseño que el resto de la gama a excepción de la zona de botonería, que es táctil y de manejo algo impreciso.
A nivel tecnológico cuenta con dos pantallas de 12 pulgadas, una para la instrumentación y otra para el soporte multimedia, donde tendremos un sinfín de posibilidades de control al estilo smartphone.
En la instrumentación también tendremos mucha variedad de personalización para tener a nuestro gusto la pantalla del conductor, pudiendo elegir qué parámetros visualizar y hasta el estilo de la interfaz.
El espacio en su interior es cómodo para 4 adultos de estatura media con una altura libre al techo aceptable en la fila trasera y unos asientos que sujetan bien el cuerpo y un mullido correcto mientras que en las plazas delanteras encontramos dos baquets deportivos pero con un nivel de confort óptimo para poder ir cómodos en el trayecto.
Una de las pegas más llamativas es la elección de materiales duros en zonas de fácil acceso que chocan un poco con el precio, más de 50.000 € exigen una selección de materiales algo más cuidada.
El maletero pierde algo de capacidad debido a la tracción a las cuatro ruedas pero se sigue quedando en una cifra hasta ahora habitual en el segmento de compactos, 374 litros ampliables hasta los 1.230 litros con los asientos abatidos
PRUEBA DINÁMICA
Lo que más sigue enamorando de la gama R del Golf es el motor, un bloque de 2 litros y cuatro cilindros con 320 caballos y 420 Nm de par disponible entre 2.100 y 5.300 revoluciones capaz de acelerar de 0 a 100 en solo 4,6 segundos. Una bestia que nos sacará una sonrisa nada más arrancarlo gracias a su sistema de escape modulable según el modo de conducción que seleccionemos
Entre los modos de conducción ya conocidos se añaden dos nuevos: Drift y Special, que es el más extremo de todos los disponibles, el que modifica el set up del coche para que sea lo más rápido y preciso en circuito.
El uso en ciudad es más que decente, en modo Comfort es dócil y eficiente gracias a la rápida adaptación del DSG7, la suspensión y una respuesta más suave de su acelerador.
Pero si lo que queremos es sentir la bravura del TSI es mejor que seleccionemos los modos Sport, Drift o Special y aceleremos sin contemplaciones para ver que no tiene límites y se maneja de la manera más sencilla posible. Se adapta como un guante a nuestras exigencias y podremos ir especialmente rápido sin exigirnos una capacidad de conducción extrema, va sobre raíles.
La suspensión puede adquirir un tarado duramente endiablado, una tabla muy adecuada para la conducción más salvaje que junto al perfecto escalonamiento de relaciones nos facilitan disfrutar de tramos de curvas casi sin pegas.El equipo de frenos con las pinzas adornadas con el logo “R” nos avisan de que no tendrán problema alguno en frenar los 1.550 kg del coche, no sienten fatiga a no ser que los pongas al límite durante un tiempo prolongado y su mordida es espectacular, es una tarea fácil controlar a la bestia.
Para trayectos de autovía (sí, sabemos que es un sacrilegio, pero nos hará falta) podremos elegir tres modos de conducción para sentir el confort de marcha y tener una suspensión que se trague bien las irregularidades del asfalto y capar un poco los escapes, que en modo deportivo entra mucho ruido al habitáculo y puede ser molesto.
En cuanto a consumos debemos tener en cuenta que depende mucho de lo que nos pese el pie, si buscamos consumir poco podremos bajar de los 8 litros pero cuando queramos disfrutar de una conducción algo más picante debemos concienciarnos de que subirá de los 12 litros fácilmente.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño bruto y deportivo
- Sonido del Escape
- Motor exagerado pero eficiente
- Paquete especifico R
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Calidad de algunos materiales
- Botoneria táctil
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
Veredicto Final
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