El mundo SUV ha recibido otro componente en sus filas, es alemán, es pequeño y tiene ganas de llamar la atención, es el nuevo T-Roc, un coche levemente más alto que un compacto, con una combinación de colores de lo más atrevida y con toda la intención de robar clientes tanto a sus competidores como a su hermano el Golf, veamos si lo merece.
Son incontables los modelos SUV estrenados en el último año, y todo indica que durante el 2019 continuará el incremento.
Sorprendentemente el interior del T-Roc deja mucho que desear en cuanto a calidad de materiales, sus más de 25.000 € nos hacen esperar alguna goma mullida o de símil piel, pero ante la carencia de dichos materiales, Volkswagen ha decidido jugar con el diseño convirtiendo el salpicadero en un cúmulo de líneas rectas y ondulaciones que forman un habitáculo muy agradable a la vista, la fama de seriedad que tiene el grupo Volkswagen es olvidada y tenemos un coche más desenfadado pero sin olvidar la funcionalidad que caracteriza a la marca bávara.
La pantalla multifunción se encuentra en un lugar adecuado e integrado en el centro del salpicadero, los mandos del climatizador son los de siempre, no fallan y son muy fáciles de manejar y el volante es sencillo de manejar y cómodo al tacto.
El motor que mueve al SUV alemán es el 1.5 TSI de 150 caballos asociado a una caja manual de 6 velocidades. Dicho bloque es el sustituto del famoso 1.4 que inició la gama con desconexión de cilindros, cuyo funcionamiento nos asegura bajar el consumo unos 0,5 litros cada 100 kilómetros.
Es un motor redondo, tiene mucha garra y potencia, incluso parece tener más fuerza de la que dice la ficha técnica. El consumo es muy aceptable y la única pega puede ser que le cuesta moverse a bajo régimen, se siente más cómodo a partir de las 2.500 rpm.
El modo 2 cilindros se activa cuando pisamos poco el acelerador, es decir, cuando exigimos un ritmo bajo al coche.
La insonorización del habitáculo es buena y conseguimos no percatarnos de cuando el motor está encendido o apagado durante el funcionamiento del sistema Start/Stop.
Una de las ventajas de los SUV es que suelen llevar unas buenas ruedas algo sobredimensionadas que nos otorgan algo más de estabilidad y reducen la vibración transmitida al habitáculo, por el contrario, la suspensión habitual en los SUV no favorece al coche en tramos de curvas ya que tiende a balancear bastante.
La unidad de prueba contaba con el acabado Advanced Style, último escalón antes de llegar al Sport, a parte de la carrocería bitono, contaba con equipo multimedia de última generación con equipo de sonido firmado por Beats Audio, control de crucero adaptativo, asistente de aparcamiento, sensores de aparcamiento, cámara trasera, anclajes ISOFIX, tapicería exclusiva en tela, climatizador bizona, alerta de pre-colisión y portón del maletero con apertura eléctrica.
Nos gusta:
- Estética llamativa
- Consumo
- Motor
Nos gusta menos:
- Calidad de material pobre para su precio
- Cuadro de instrumentos anticuado
Nuestra valoración
Veredicto Final
Pese al interior, es un coche muy completo y atractivo. Un SUV polivalente que puede conseguir mucha clientela que duda entre un SUV grande y un compacto.
Pero Volkswagen puede aportar mucho más al sector como hace con el Tiguan o el Touareg, con mejor relación calidad-precio.