La nueva BMW F 900 GS llega con la promesa de ser una trail más ligera, potente y capaz que su predecesora. Y aunque cumple con creces en muchos aspectos, también deja margen para pequeñas mejoras que marcan la diferencia en el uso diario.
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Una trail buena, bonita y …
Motor: un bicilíndrico elástico y con carácter
El gran protagonista de esta GS es sin duda su motor bicilíndrico en línea de 895 cc, que ofrece una entrega de potencia elástica y agresiva. Es un propulsor lleno de vida, que responde con contundencia desde abajo y mantiene el empuje constante hasta bien arriba de vueltas. Perfecto tanto para enlazar curvas como para adelantar con solvencia en autopista, y siempre con ese punto de deportividad que muchos buscan en una trail media.
105 caballos y 93 Nm de par son cifras para soñar con viajes sin límite, su nuevo motor 900 viene para perfeccionar un ya genial 850, teniendo en cuenta las quejas o necesidades del cliente, cada vez más orientado a lo adventure y que busca diversión y confort a partes iguales.
Comportamiento: eficaz en carretera, limitada fuera del asfalto
Equipada de serie con neumáticos asfálticos, la F 900 GS ofrece un comportamiento muy noble en carretera, con buen agarre, confianza en curva y una agilidad sorprendente para su tamaño. Sin embargo, esta elección de neumáticos penaliza claramente su comportamiento off-road, donde se muestra más limitada. Para los que busquen salir del asfalto con cierta frecuencia, será casi obligatorio cambiar de gomas y optar por su paquete Offroad, los 230 mm de recorrido de la horquilla delantera son toda una declaración de intenciones para “lo marrón”.
Para aquellos que quieran una trail asfáltica, habrán acertado de lleno, su comportamiento dinámico es ejemplar, con una facilidad de manejo y un equilibrio perfecto entre descaro y seguridad.
Ergonomía y confort: luces y sombras
La posición de conducción es natural y cómoda, pero el asiento resulta duro en rutas largas, lo que puede terminar pasando factura al final del día. Además, la protección aerodinámica es mejorable: la cúpula cumple su función, pero se echa de menos una pantalla con mayor volumen que proteja más eficazmente a alta velocidad o en condiciones meteorológicas adversas.
Consumo y autonomía: buen equilibrio
Uno de los aspectos que más ha sorprendido es su consumo contenido, incluso cuando se rueda alegre. Esto, unido a un depósito bien dimensionado, le otorga una autonomía muy decente, ideal para viajes largos sin tener que planificar repostajes constantes.
La marca homologa 4,4 litros cada 100 kilómetros, una cifra algo más baja que la obtenida durante nuestra prueba, que se ha acercado a los 5 litros.
Precio: una barrera para algunos
Como es habitual en BMW, la calidad tiene un precio. Y en este caso, el precio elevado puede ser un factor disuasorio frente a otras opciones del segmento. Eso sí, a cambio se obtiene una moto bien acabada, con buen equipamiento de serie y el respaldo de una marca con gran trayectoria en el mundo trail.
Su precio parte desde los 13.980€.
Lo mejor y lo mejorable
Lo mejor
- Estética y acabados de calidad
- Motor agresivo y elástico
- Modos de conducción personalizables
A mejorar
- Asiento duro
- Peso en orden de marcha
- Depósito de combustible
CONCLUSIÓN
La BMW F 900 GS es una trail con alma deportiva, muy divertida en carretera y suficientemente versátil para aventuras ocasionales. Su motor es un auténtico acierto, y la parte ciclo acompaña bien en la mayoría de situaciones. Sin embargo, detalles como el asiento duro, la escasa protección aerodinámica y el enfoque claramente asfáltico de sus neumáticos de serie pueden echar atrás a los más ruteros o a los que buscan una mayor capacidad off-road. En definitiva, una moto excelente, pero que no es para todos.