Cuando una furgoneta te hace dudar de si estás conduciendo un turismo, es que algo se ha hecho muy bien. La Mercedes-Benz Vito Furgón 2025, en su versión 114 CDI PRO, ha pasado por nuestras manos durante una semana y, créenos, no nos ha dejado indiferentes. Porque sí, es un vehículo pensado para el trabajo, pero también para disfrutar de cada kilómetro al volante.
¿Exageramos? Sigue leyendo y verás por qué no.
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Una furgoneta que se conduce como un coche… y se siente como una Mercedes.
Análisis exterior e interior
El diseño exterior de la Vito es más que funcional: está pensado para durar, para cargar y para aguantar el trote diario sin perder el estilo. No es una “diva” de showroom, pero tampoco una furgoneta cualquiera. El frontal es sobrio pero elegante, con detalles en negro que protegen las zonas más expuestas a roces, mientras que los faros halógenos (LED en opción) cumplen con creces su cometido.
Por dentro, se respira el ADN premium de Mercedes. Materiales sólidos, mandos heredados de turismos de la marca y un salpicadero que no parece de furgón. El asiento del conductor, con regulación eléctrica, es cómodo para largas jornadas, y aunque la pantalla táctil de 7” nos supo a poco, ofrece conectividad con Android Auto y Apple CarPlay. Los huecos portaobjetos y la ergonomía del puesto de conducción están pensados para el día a día profesional, sin complicaciones.
PRUEBA DINÁMICA
¿Un furgón largo que se mueve como un compacto? Pues sí. Esta Vito monta el motor 114 CDI (2.0 diésel, 136 CV y 330 Nm), que se asocia a un suave cambio automático 9G-Tronic y a una eficaz tracción trasera. El resultado es una experiencia de conducción muy fluida, con cambios de marcha rápidos y sin tirones, ideal tanto en ciudad como en carretera.
El empuje es progresivo pero con fuerza. Incluso con algo de carga, no se siente perezosa. En carretera es estable, cómoda y, gracias a la suspensión independiente en ambos ejes, bastante refinada. ¿Y los consumos? Entre 5 y 7 l/100 km según el ritmo, nada mal para una furgoneta de más de 5 metros de largo. Además, el aislamiento acústico sorprende, especialmente si vienes de conducir otras furgonetas más “rústicas”.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Comportamiento dinámico excelente
- Calidad de construcción y materiales
- Cambio automático 9G-Tronic
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Pantalla multimedia pequeña
- Precio elevado con extras
- Solo una puerta lateral
Nuestra valoración
Veredicto Final
Después de convivir durante una semana con la Mercedes-Benz Vito Furgón PRO 114 CDI 2025, podemos decir sin pelos en la lengua que sigue marcando el ritmo en el mundo de las furgonetas medianas. Es de esas que, sin hacer mucho ruido, se ganan el respeto por cómo va, cómo está hecha y por todo lo que ofrece día a día.
La sensación de calidad que transmite desde que abres la puerta es más propia de un turismo premium que de una herramienta de trabajo. Y eso, amigo conductor, cuando pasas muchas horas al volante, se nota. La posición de conducción es excelente, los mandos están donde deben y todo funciona como un reloj suizo… o mejor dicho, como un Mercedes alemán.
A nivel dinámico, destaca por su suavidad, por cómo gestiona el peso incluso cargada y por la colaboración perfecta entre el motor 114 CDI y la caja automática 9G-Tronic. No es un deportivo, está claro, pero para su cometido va más que sobrada. ¿Consumos? Muy razonables si no vas pisando a fondo y con una eficiencia que sorprende para sus dimensiones.
Por dentro, es práctica, sobria y bien pensada. Y en cuanto a carga, cumple con creces: espacio bien aprovechado, buena accesibilidad y una configuración pensada para el trabajo de verdad. Eso sí, hay competidoras que ofrecen algo más de equipamiento de serie, aunque no alcanzan este nivel de refinamiento.
La Vito sigue siendo la referencia si lo que buscas es una furgoneta de verdad, pero con alma de coche cómodo y bien hecho. No es la más barata, pero sí una de las más completas. Y como siempre se dice… lo bueno se paga.