En un mundo dominado por los SUV, donde cada rincón parece estar ocupado por carrocerías elevadas y diseños robustos, el BMW Serie 3 Touring sigue su propio camino. No grita, no presume, simplemente hace lo suyo… y lo hace muy bien. Durante una semana convivimos con el BMW 320d Touring Mild Hybrid 2025 con paquete M Sport y etiqueta ECO. Y sí, confirmamos que aún hay vida (y mucha) más allá de los SUV.
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El BMW 320d Touring demuestra que lo clásico aún puede ser la elección perfecta.
Análisis exterior e interior
Este familiar de Múnich mantiene ese lenguaje de diseño que ha sabido evolucionar sin perder la esencia. En el frontal, los faros con firma luminosa en forma de “L” invertida aportan un aire moderno, mientras que la parrilla con lamas cromadas se mantiene sobria y elegante. La unidad que probamos lucía unas llantas bitono de 18 pulgadas que rematan un conjunto con mucho empaque visual.
El paquete M Sport es el broche perfecto para este 320d. Añade músculo al diseño sin hacerlo recargado: paragolpes más agresivos, detalles oscuros y un aire general que lo aleja del aburrimiento sin caer en el exceso. ¿Deportivo discreto? Totalmente.
Por dentro, se respira BMW desde el primer vistazo. El BMW Curved Display domina el salpicadero con una instrumentación digital de 12,3″ y pantalla central de 14,9″, ambas unidas con una ligera curvatura que mejora la ergonomía. El sistema operativo 8.5 es fluido, aunque no es el más intuitivo del mercado. Por suerte, se agradecen los botones físicos para funciones básicas.
El acabado M también se nota dentro: asientos deportivos (opcionales, pero recomendables), volante M Sport (algo grueso para algunos gustos), molduras en aluminio y los típicos detalles en los colores de BMW M. Todo muy “premium”, aunque con algunos plásticos mejorables en zonas bajas.
En cuanto a habitabilidad, es un coche familiar de verdad. Espacio correcto en las plazas delanteras y traseras, aunque en las traseras las rodillas van algo altas. El maletero, con 500 litros (hasta 1.510 con los asientos abatidos), cumple sobradamente.
PRUEBA DINÁMICA
¿Se puede seguir disfrutando al volante de un diésel en 2025? Con este BMW, la respuesta es un rotundo sí. Bajo el capó, el 320d esconde un motor 2.0 de 190 CV y 400 Nm de par, apoyado por un sistema de hibridación ligera con motor eléctrico de 8 kW. No puedes rodar en modo 100% eléctrico, pero consigues la etiqueta ECO, ideal en ciudades con restricciones.
El propulsor empuja con energía desde bajas vueltas, con una entrega suave y progresiva. El cambio automático de 8 marchas hace su trabajo de forma impecable, sea en modo automático o usándolo en manual con las levas del volante. Incluso tiene un modo Sport que estira las marchas para sacarle más jugo al motor.
La suspensión M Sport marca la diferencia. Es firme, sí, pero sin llegar a ser incómoda. Le aporta una pisada muy segura en curva y una estabilidad en autopista que te hace olvidar que llevas un coche familiar. En tramos revirados, el 320d Touring es sorprendentemente ágil, y su dirección directa te permite apuntar con precisión.
En ciudad no es su entorno favorito, pero se defiende gracias a una buena visibilidad y ayudas electrónicas. En cambio, donde realmente brilla es en autovías y carreteras abiertas. La autonomía de más de 900 km con un solo depósito es una bendición para los que hacen muchos kilómetros. Los consumos rondan entre los 5,5 y 6 l/100 km en uso real, lo que está genial para un coche de este tamaño y potencia.
El aislamiento acústico es correcto, aunque el motor se deja notar en frío. Una vez en marcha, es un coche refinado, suave y con ese tacto sólido que esperas en un BMW.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño elegante y deportivo a la vez
- Gran comportamiento dinámico
- Consumos muy contenidos
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Menús del sistema multimedia poco intuitivos
- Presencia de plásticos duros en algunas zonas
- Las plazas traseras no aprovechan todo su potencial
Nuestra valoración
Veredicto Final
El BMW 320d Touring 2025 es, sencillamente, una joya escondida en un mercado plagado de SUV. No busca llamar la atención, pero sí enamorar a quien lo conduce. Es un coche familiar en el sentido más puro, pero con alma deportiva y una calidad de rodadura difícil de igualar. Si buscas una alternativa sensata, eficiente y con ese plus de refinamiento, este Touring sigue teniendo muchísimo sentido… incluso en pleno 2025.