Ser el deportivo más vendido del mundo no es tarea fácil. Por ello, para afianzar aún más dicho status, Ford anunció la llegada de manera oficial del Mustang a Europa allá por 2015. Pronto se convirtió en todo un éxito gracias a su “bajo” coste y todo lo que ofrecía.
Ahora, en 2024, llega la séptima generación, 60 años después de su primera aparición y nueve años después de su llegada a Europa, y nosotros, hemos podido probarlo de la mano de Ford DEYSA.
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Aún a pesar de estos ligeros pero importantes cambios, el diseño sigue siendo el propio de los años 60, y eso, gusta.
Análisis exterior e interior
El nuevo Ford Mustang casi que se podría decir que es un nuevo lavado de cara de la generación anterior, pues varía sutilmente el frontal, con un nuevo paragolpes y una nueva rejilla ligeramente más grande, que se unen a unos nuevos faros más cuadrados con tecnología full led.
En la zaga tenemos una nueva silueta, gracias a una hendidura entre la parte superior del paragolpes y el maletero, exactamente donde se ubican los pilotos traseros, dando una ligera visión de un spoiler y un diseño más actualizado.
Aún a pesar de estos ligeros pero importantes cambios, el diseño sigue siendo el propio de los años 60, y eso, gusta.
Eso sí, los cambios más significativos los encontramos en el interior, pues el salpicadero ha cambiado por completo. Ahora contamos con una gran pantalla formada por dos distintas, una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema de infoentretenimineto. Una disposición muy similar a la vista en Mercedes o en BMW.
A pesar de carecer de un estilo propio, resulta un gran avance en relación a la generación anterior, pues ahora integra el sistema sync 4, mucho más rápido y eficaz que el sync 3, y que además permite actualizaciones vía OTA. También integra múltiples opciones de personalización, como distintos cuadros de instrumentos, entre ellos el del Mustang foxbody de los 80, o cambiar la luz ambiental.
Un punto que me ha gustado mucho es el diseño de las infografías al cambiar de modo de conducción, pues no pone un simple Sport, normal o circuito,
Aparece el coche en 3D rotando la imágen y con efectos alrededor del coche. Todo un acierto por parte de Ford.
El volante también varía ligeramente, con una disposición de mandos distinta pero muy intuitiva, y un tacto y grosor perfectos. Quizá, las levas son ligeramente pequeñas, y el tacto muy de plástico. Unas levas metálicas y ligeramente más grandes me hubieran gustado más.
Sin embargo, el detalle que más me ha gustado en el interior es su freno de mano eléctrico. Sí sí, he dicho bien, freno de mano eléctrico. No es un freno de mano eléctrico al uso, aburrido, de un simple botón que accionas con un dedo. Este freno de mano eléctrico se acciona con una palanca de forma similar al freno de mano que montaba la generación anterior, pero, si lo pulsas hacia abajo, lo liberas, y si tiras de él hacia arriba, lo accionas. Además, cuenta con una función muy picante, que solo se debe utilizar en circuito. Se trata de un modo drift con el que puedes emplear el freno de mano como si de un freno hidráulico de la fórmula drift se tratase.
En esta unidad contamos con unos asientos convencionales en vez de los opcionales recaro, que no están disponibles en esta versión convertible. Aún así, resultan unos asientos muy cómodos, que integran calefacción y ventilación, así como ajuste eléctrico en longitud. Pese a no ser los asientos más deportivos, siguen recogiendo el cuerpo muy bien sin llegar a ser incómodos.
Las plazas traseras son meramente testimoniales. Gracias a que es la versión convertible, sí descapotamos, obtenemos un acceso a ellas más cómodo, aunque el espacio atrás brilla por su ausencia. Aún así, son completamente válidas para un trayecto corto o medio, o llevar a los más pequeños contigo de ruta, o al colegio, pues cuenta con anclajes isofix para que puedas anclar las sillas con mayor seguridad.
El maletero resulta bastante sorprendente, y más siendo descapotable. Sí bien tenemos una boca de acceso muy pequeña, el maletero resulta profundo y ancho, por lo que podemos cargar el equipaje sin problemas. Además, la capota se recoge en su propio compartimento, independiente del maletero, así, podemos ir con la capota recogida y el maletero lleno sin preocuparnos del espacio.
PRUEBA DINÁMICA
Bajo su increíble capó, seguimos contando con el famoso V8 de 5 litros coyote, rindiendo esta vez 460 caballos. Sí bien en otros mercados como el estadounidense, el Mustang ha subido de potencia, aquí se mantiene, pero mejora la eficiencia gracias a una pequeña modificación pero muy sustancial. Y es que este Mustang cuenta con dos tomas de admisión, lo que nos permite distribuir mucho mejor el aire de entrada a motor a cada una de las bancadas del bloque.
El Ford Mustang Convertible 2024 se ofrece en todas sus versiones con cambio manual de seis velocidades o cambio automático de diez relaciones de tipo convertidor de par, como el que instalaba esta unidad. Pese a ser fiel defensor del manual, este cambio automático creo que es la mejor opción para este coche. Gracias a ser un convertidor de par, podemos gestionar mucho mejor la entrega de potencia, sin hacer sufrir el embrague. Además, gracias a sus diez marchas, conseguimos un mayor rango de funcionamiento y podemos incluso reducir los consumos en carretera.
Un punto a favor de este cambio, es la velocidad de cambio de marcha, pues resulta muy rápida, casi como un doble embrague.
En cuanto a la suspensión, en esta unidad resulta algo blanda, pero no por ello deportiva, conservando un buen tacto en curva y sin apenas sensación de “barqueo”. Sin embargo, recomendaría la suspensión magne ride. Una suspensión adaptativa de forma magnética que mejora con creces la suspensión del Mustang.
Al volante del Ford Mustang Convertible 2024, creíamos que sería un deportivo con mucha rabia y complicado de conducir. Sin embargo, nada de eso fue cierto, pues la conducción fue muy cómoda, divertida, y bastante accesible, por lo menos con los controles y ayudas activados. Esto es un punto tener en cuenta si estás pensando en comprarte un Mustang, pero no estás seguro por el clásico estereotipo adquirido por sus generaciones anteriores de ser un coche complicado de conducir y con el que fácilmente puedes estrellarte.
Si bien es cierto que es un coche con mucha potencia, y que si no la sabes dosificar puede tener problemas, no resulta absoluto un coche complicado una vez te haces a él. Lo que más nos gustó durante la conducción fue su la capacidad que tiene para entregar la potencia de una manera suave y sin tirones en una conducción normal por ciudad, por ejemplo, y a la vez ser capaz de ser muy agresivo en cuanto le exiges demanda.
Por supuesto, no podía faltar su maravilloso sonido tanto al ralentí como en conducción. Conducir este coche descapotado es una auténtica maravilla.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Potente motor V8
- Tecnología avanzada
- Modo Drift
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Suspensión blanda
- Levas pequeñas
- Plazas traseras limitadas
Nuestra valoración
Veredicto Final
El nuevo Ford Mustang Convertible 2024 mantiene la esencia de un clásico, modernizando lo necesario para seguir siendo un referente en el mundo de los deportivos. Su motor V8 de 5 litros sigue siendo la estrella, con una entrega de potencia precisa que combina a la perfección una conducción suave en ciudad y un comportamiento agresivo en carretera. Además, detalles como el freno de mano con función drift y la tecnología avanzada del Sync 4 añaden un plus de modernidad y diversión para los conductores más exigentes.
Sin embargo, hay ciertos aspectos que podrían mejorar. La suspensión de serie es un tanto blanda para quienes buscan una conducción más deportiva, y las levas pequeñas detrás del volante no terminan de estar a la altura del resto del coche. Las plazas traseras, aunque accesibles en la versión convertible, siguen siendo muy limitadas en cuanto a espacio, lo que reduce su practicidad en ciertos escenarios. Son detalles que, aunque no cruciales, podrían mejorar la experiencia general del Mustang.
El Ford Mustang Convertible 2024 es una excelente opción si lo que buscas es un deportivo clásico con toques modernos, que se puede disfrutar tanto en la ciudad como en carreteras abiertas. Ofrece una experiencia de conducción emocionante, tecnología avanzada y un precio competitivo para todo lo que incluye. Con algunas mejoras en suspensión y detalles interiores, podría ser aún más atractivo, pero sin duda sigue siendo un referente entre los muscle cars.
El Ford Mustang parte desde los 61.149€ en la versión GT y 74.149€ en la versión dark horse. Esta unidad en concreto que está a la venta en Ford Deysa, tiene un precio de 69.990€. Dime qué deportivo con estas características encuentras a este precio. Pista: ninguno.
