El Mazda MX-30 R-EV es uno de esos coches que desafían las normas establecidas. Mazda, con su tradición de innovación, ha decidido ofrecer una solución intermedia entre un eléctrico puro y un híbrido enchufable. Un sistema de autonomía extendida con motor rotativo, tecnología poco convencional y diseño característico. Pero, ¿realmente es una alternativa válida en el mundo actual de la movilidad electrificada? Lo hemos probado durante una semana para responder a esta pregunta.
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Un diseño que no deja indiferente
Análisis exterior e interior
El MX-30 R-EV mantiene la identidad de Mazda, pero con un aire distintivo. Su carrocería crossover de 4.395 mm de largo y una altura al suelo de apenas 130 mm lo alejan de los SUV convencionales. Destacan sus llantas de 18 pulgadas, su techo flotante y las puertas traseras de apertura inversa, una solución original pero poco práctica en el día a día.
En la parte delantera encontramos una parrilla menos marcada que en otros modelos de la marca y unos faros redondeados. En la trasera, los pilotos siguen el mismo lenguaje de diseño y el portón ofrece una apariencia robusta. En definitiva, un coche con personalidad, aunque su funcionalidad esté por debatirse.
Dentro, Mazda mantiene su apuesta por materiales ecológicos y de calidad. Encontramos corcho reciclado en la consola central y fibra obtenida de botellas de plástico en los guarnecidos de las puertas. No es un interior lujoso, pero sí agradable al tacto y bien resuelto.
El sistema multimedia, con pantalla de 8,8 pulgadas, está bien ubicado y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. El panel de control del climatizador se maneja desde una pantalla táctil de 7 pulgadas, una solución moderna pero que puede distraer en la conducción. En cuanto a espacio, las plazas delanteras son cómodas, pero las traseras quedan limitadas por el diseño de las puertas y la reducida superficie acristalada.
PRUEBA DINÁMICA
El Mazda MX-30 R-EV equipa un motor eléctrico de 170 CV y 260 Nm, alimentado por una batería de 17,8 kWh que permite recorrer hasta 85 km en modo eléctrico. Cuando la carga se agota, entra en acción el motor rotativo de 830 cc y 75 CV, que funciona como generador de electricidad.
En ciudad, el coche se siente ágil y refinado. La transición entre la batería y el generador es suave, pero el sonido del motor rotativo es notable, sobre todo en aceleraciones. En carretera, la potencia es suficiente, aunque su velocidad punta está limitada a 140 km/h. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos, lo que lo hace razonablemente rápido para su segmento.
En cuanto a consumos, en modo 100% eléctrico conseguimos cerca de 90 km de autonomía en ciudad. Con el motor generador encendido, el gasto en autovía ronda los 10 l/100 km, mientras que en uso mixto logramos un consumo medio de 6,5 l/100 km y 18,2 kWh/100 km.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Autonomía en modo eléctrico
- Calidad y sostenibilidad en el interior
- Suavidad y refinamiento en la conducción
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Apertura de puertas traseras poco práctica
- Consumo elevado del motor generador
- Sonido del motor rotativo mejorable
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes del coche probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
Veredicto Final
El Mazda MX-30 R-EV es una propuesta interesante para quienes buscan un eléctrico sin la ansiedad de la autonomía. Si tienes acceso frecuente a puntos de carga, su consumo puede ser muy bajo. Sin embargo, en viajes largos, su eficiencia no es comparable con la de otros híbridos enchufables.
Su diseño y tecnología son diferenciales, pero también tienen sus inconvenientes. La funcionalidad de las puertas traseras y el ruido del motor rotativo pueden ser puntos de fricción para algunos usuarios. En definitiva, un coche que apuesta por la innovación, pero que requiere evaluar si encaja con las necesidades del conductor.