BMW ha anunciado el lanzamiento de su primer vehículo eléctrico de pila de combustible (FCEV) de producción en serie para 2028, ampliando su oferta de opciones de propulsión totalmente eléctricas con cero emisiones locales. En esta ambiciosa iniciativa, el Grupo BMW y Toyota Motor Corporation están uniendo fuerzas para desarrollar la próxima generación de tecnología de hidrógeno, impulsando así la movilidad futura hacia una neutralidad de carbono.
La colaboración entre BMW y Toyota, dos gigantes de la industria automotriz, se basa en su compromiso compartido de promover el hidrógeno como una solución clave para la movilidad sostenible. Ambas compañías han ampliado su asociación estratégica, con el objetivo de llevar a las carreteras sistemas de propulsión de pila de combustible que sean accesibles, eficientes y que mantengan la esencia de cada marca.
Un hito en la historia automotriz
Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW AG, destacó la importancia de este lanzamiento: “Se trata de un hito en la historia de la automoción: el primer vehículo de pila de combustible de producción en serie que ofrecerá un fabricante premium a nivel mundial. Propulsado por hidrógeno e impulsado por el espíritu de nuestra cooperación, pondrá de relieve cómo el progreso tecnológico está dando forma a la movilidad futura”.
Por su parte, Koji Sato, Presidente de Toyota Motor Corporation, subrayó la relevancia de esta colaboración: “BMW y Toyota comparten la misma pasión por los coches y la creencia en la ‘apertura tecnológica’. Profundizaremos nuestra colaboración en el desarrollo conjunto de sistemas de pilas de combustible de nueva generación y en la expansión de la infraestructura, con el objetivo de hacer realidad una sociedad del hidrógeno”.
Tecnología de vanguardia y sinergias
El sistema de propulsión FCEV desarrollado conjuntamente por BMW y Toyota se integrará en modelos individuales de ambas marcas, manteniendo sus características distintivas. Esta colaboración busca no solo compartir tecnología, sino también reducir los costes de producción, lo que permitirá hacer más accesible la propiedad de vehículos de pila de combustible para los consumidores.
BMW lanzará su primer modelo de producción en 2028, basándose en los exitosos ensayos del BMW iX5 Hydrogen, su modelo piloto. Este lanzamiento se enmarca en la visión de BMW de ofrecer una alternativa tecnológica a los vehículos eléctricos de batería (BEV), híbridos enchufables (PHEV) y de combustión interna (ICE), completando así un portafolio diversificado de opciones de movilidad.
Un futuro impulsado por el hidrógeno
Además de los vehículos de pasajeros, BMW y Toyota apoyan la expansión de la infraestructura de hidrógeno y su integración con las energías renovables, colaborando estrechamente con empresas del sector para desarrollar instalaciones de producción, distribución y repostaje con bajas emisiones de carbono.
Ambas compañías también abogan por la creación de un marco regulatorio favorable por parte de los gobiernos para impulsar la movilidad del hidrógeno en sus primeras etapas y asegurar su viabilidad económica a largo plazo.
El hidrógeno, reconocido como un vector energético clave para la descarbonización global, actúa como un eficaz medio de almacenamiento para las energías renovables, ayudando a equilibrar la oferta y la demanda en la red energética. Para BMW y Toyota, el hidrógeno es la pieza que faltaba en el rompecabezas de la movilidad eléctrica, especialmente en aplicaciones donde las baterías no son la solución óptima.
Con esta alianza, BMW y Toyota están no solo avanzando en la innovación tecnológica, sino también estableciendo un nuevo estándar en la movilidad sostenible, marcando el comienzo de una nueva era para los vehículos eléctricos de pila de combustible.