Si pensabas que el bochornoso GP de EEUU de 2005 no se podría superar tras el escándalo de los neumáticos, ahora ha sido la propia F1 quien ha superado y con creces esa carrera.
Este domingo 29 de agosto de 2021 se “disputó” el Gran Premio de Bélgica en el mítico circuito de Spa-Francorchamps. Un Gran Premio que, desde el primer día ha estado pasado por agua. Gracias a ello, la expectación por el GP fue creciendo entre los espectadores y aficionados a la Fórmula 1, creciendo aún más tras ver la clasificación del sábado llevándose la pole Max Verstappen seguido de un brillante George Russell que le rebató el segundo puesto a Lewis Hamilton a los mandos de un Williams.
La codiciada lluvia nos dejó sin un GP muy especial.
La codiciada lluvia nos dejó sin un GP muy especial.A causa de la lluvia pudimos ver una bandera roja provocada por Lando Norris al irse contra el muro en la salida de Radillion durante la Q3. Afortunadamente, el piloto británico salió ileso con tan solo algunas molestias en el codo, pero nada excesivamente grave. Por supuesto a todos se nos pasó por la cabeza el accidente de Anthoine Hubert, piloto que perdió la vida a la salida de esa curva durante una carrera de F2 el 31 de agosto de 2019. Cierto es que no fueron las mismas condiciones en los dos accidentes, pero es que durante la carrera de la W series, la categoría promovida por la FIA para impulsar la visibilidad de las mujeres en el automovilismo, ocurrió un accidente bastante serio con varios monoplazas implicados y que podrían haber acabado del mismo modo que aquel fatídico accidente hace ya 2 años. Y es que, debido a la lluvia, varios monoplazas perdieron el control en Eau Rouge e impactando contra las protecciones de la subida a Radillion colisionando entre ellos e incluso alguno terminó por los aires.
Quizás, con miedo a que ocurriese un accidente como el mencionado anteriormente, el director de carrera de la F1, Michael Masi, decidió a apenas unos minutos de comenzar la carrera a las 15:00 del domingo, posponer el inicio de la carrera tras dar varias vueltas de formación y comprobar el estado de la pista y la visibilidad, ya que, en condiciones de mojado, los F1 levantan mucha agua en suspensión, lo que llamamos Sprite. Este Sprite se queda en el ambiente en forma de cortina de agua dificultando la visibilidad.
Por poneros un ejemplo, pensad en alguna vez que hayáis conducido o ido en el coche durante una tormenta, detrás de un camión y además sigue lloviendo con fuerza. Ahora sumad el factor velocidad y suponed que vais a más de 250 km/h sin parabrisas ni limpiaparabrisas. Es imposible ver algo.
De tal modo y viendo que las condiciones meteorológicas no iban a mejorar, Masi decidió posponer 5 minutos la salida… y así sucesivamente hasta pasadas tres horas y media. Por supuesto, el tiempo no mejoró y continuó diluviando durante toda la tarde.
Tanto los aficionados como los propios equipos empezaban a desesperarse al no tener idea respecto a si se iba a continuar la carrera o no. Finalmente, en un halo de esperanza, Masi llama a todos los pilotos para que se suban a sus coches. La carrera iba a dar comienzo, pero no como todos esperábamos y queríamos.
Puesto que las condiciones en pista no mejoraron, todos los pilotos salieron tras el safety car desde el pit lane, dando detrás de él tres vueltas, el mínimo que exige la F1 para poder puntuar. Pasadas estas tres vueltas detrás del safety car, la dirección de carrera volvió a sacar la bandera roja, obligando a todos los pilotos a volver a la calle de boxes. Media hora más tarde, la “carrera concluía” siendo el ganador Max Verstappen, seguido de George Russell y de Lewis Hamilton. De tal modo, concluía la carrera más corta de la historia de la Fórmula Uno y posiblemente, el mayor fiasco del automovilismo de la historia.
¿QUÉ LLEVÓ A MICHAEL MASI A TOMAR ESA DECISIÓN?
Aunque no hayamos podido estar en la sala de dirección de carrera, ni en la mente de Michael Masi, podemos determinar algunas cuestiones que han hecho a Masi tomar esta decisión tan polémica.
En primer lugar, la seguridad de los pilotos debe estar por delante de todo. Eso es algo que nadie pone en duda y que respetamos y agradecemos por no forzar a los pilotos a una situación peligrosa. Ya no es solo el hecho de que ocurra un accidente, en caso de que haya que evacuar a alguien en helicóptero y el helicóptero no puede despegar debido a la mala visibilidad, la vida del afectado correría serio peligro.
Con el tema de la seguridad claro, pasamos al punto del espectáculo que han venido a ver miles de personas de todas partes del mundo a uno de los grandes premios más valorados y con mayor repercusión del calendario, al que se le ha sumado el factor del agua y algún que otro piloto talentoso fuera de su posición habitual. Con todo ello, los aficionados estábamos (yo me incluyo) deseosos de que comenzase la carrera, fuera a las 15:00 o a las 17:00.
Sin embargo, Masi lo único que ha hecho ha sido alargar la salida con la esperanza de poder dar comienzo a una carrera donde se pudiera correr al menos el 75% de las vueltas para así poder otorgar el total de los puntos en vez de la mitad como se han acabado otorgando. El problema ha venido cuando, tras posponer y posponer la salida, superamos la ventana de tiempo donde podríamos haber realizado el 75% de las vueltas. En ese momento, la decisión más acertada quizás habría sido cancelar definitivamente el Gran Premio, pues aún no habían mejorado las condiciones en la pista ni había indicios de que lo fuera a hacer a corto plazo.
Entonces, ¿por qué alargó aún más la espera?
Quizás la presión de los equipos que estaban en zona de puntos y un reglamento que quizás habría que reformar para estos casos, obligó a Michael Masi a realizar una salida detrás del coche de seguridad y desde el pit lane para dar el mínimo de vueltas obligatorias para puntuar y así repartir puntos. Unos puntos que tan solo suman la mitad de los que se otorgan en condiciones normales. Es decir, el primer clasificado puntuaría 25 puntos, el segundo clasificado 18, el tercero 15, el cuarto 10, el quinto 8, el sexto 6, el séptimo 5, el octavo 3, el noveno 2 y el décimo clasificado 1 punto en condiciones normales, mientras que en este GP de Bélgica han puntuado la mitad de esos puntos.
¿Cuál podría haber sido la mejor opción?
En mi opinión, la mejor opción habría sido al comienzo de la carrera, es decir, a las 15:00, salir detrás de safety car (como han hecho) y dar varias vueltas hasta eliminar parte del agua de la pista. Si en ese caso, la visibilidad hubiese mejorado algo, haber procedido con una salida desde parado y proseguir con la carrera hasta el final o hasta que las condiciones en pista lo permitiesen.
Como lo más probable viendo la lluvia que caía sobre el circuito era que no mejorase la visibilidad, habría cancelado la carrera desde el primer momento puesto que los radares meteorológicos anunciaban más lluvias a lo largo de la tarde, además de que pronto llegaríamos a un momento donde el sol se escondería definitivamente y no se vería absolutamente nada.
A todos nos habría gustado ver una carrera en Spa en mojado, pero si las condiciones no lo permiten, y a lo largo del día tampoco, es tontería aguantar a los pilotos, equipos, personal del circuito y a todos los espectadores tanto en el circuito como en casa esperando a ver si comienza la carrera o no. Si desde el primer momento que Masi tenía claro el dar tres vueltas y repartir de manera injusta a mi modo de ver, al igual que otros pilotos, los puntos, ¿por qué aguantar más de tres horas?
Sin duda este fin de semana pasará a la historia como quizás el fiasco más grande de la F1.
