Aunque la tendencia hacia la electrificación es imparable, los híbridos todavía tienen mucho que ofrecer. El Mercedes-Benz GLC 220 d es un ejemplo de ello, ya que su hibridación ligera le sienta de maravilla y permite disfrutar de una conducción más agradable sin echar de menos un V6 bajo el capó.
Recientemente hemos tenido la oportunidad de poner a prueba la nueva gama de Mercedes-Benz GLC, que ha experimentado una importante mejora en calidad en esta misma generación. Desde este verano, todos los modelos GLC tienen motores de cuatro cilindros, tracción total y cambio automático, y están electrificados en mayor o menor medida. En concreto, hemos probado el Mercedes GLC 220 d, equipado con un motor diésel que roza los 200 CV.
Aunque muchos piensan que el motor diésel está en decadencia, el GLC 220 d demuestra lo contrario. De hecho, es uno de los mejores SUV diésel que hemos probado en los últimos 18 años, y los últimos modelos diésel de Mercedes-Benz se despiden con una excelente reputación. El motor destaca por su insonorización, tacto, potencia y rendimiento, situándose en un nivel muy alto. Algunos conductores podrían incluso olvidar que están conduciendo un diésel hasta que necesiten repostar.
VIDEO PRUEBA en YouTube
Mercedes-Benz GLC con paquete AMG Line 2023
Análisis exterior e interior
El diseño del nuevo Mercedes GLC ha sido actualizado con sutileza, manteniendo una línea continuista con respecto a la generación anterior. Las líneas se han suavizado para lograr un aspecto más redondeado y aerodinámico, mientras que el frontal y la trasera han recibido más cambios para dar un aspecto actual al modelo.
Los faros full led mejoran la iluminación del vehículo, aumentando tanto la cantidad como la potencia de la luz. Además, el sistema adaptativo ajusta el haz de luz según el tráfico para evitar deslumbramientos a los demás conductores.
El interior del GLC ofrece una buena calidad de acabados y ajustes, causando una buena impresión al verlo. La unidad de pruebas cuenta con llantas opcionales de 20 pulgadas, lo que le da un aspecto estético excelente, aunque también desequilibra el comportamiento del coche en días de lluvia.
Un detalle a tener en cuenta es que el faldón delantero sobresale bastante, lo que puede causar algún roce con la pernera del pantalón al subirse o bajarse del vehículo, manchando la ropa en el proceso. En general, el nuevo Mercedes GLC es un vehículo con un diseño elegante y bien cuidado que, aunque no rompe con la línea de la anterior generación, presenta suficientes mejoras para ofrecer un aspecto actual y sofisticado.
El interior del nuevo GLC es donde podemos encontrar los cambios más significativos en comparación con su predecesor. El salpicadero es completamente diferente, y los asientos y paneles de las puertas también han sido rediseñados. Los asientos son muy cómodos y tienen una excelente ergonomía. Además, los reposacabezas traseros no obstaculizan la visibilidad hacia delante, lo que es una gran ventaja para los pasajeros que viajan detrás.
El cuadro de instrumentos es completamente digital, y la pantalla multimedia ahora tiene un formato vertical, similar a la del Mercedes Clase C. Es muy práctica y proporciona una vista clara de las cámaras de 360 grados y las indicaciones en realidad aumentada del navegador. Los aireadores se ubican en una posición elevada y se pueden regular fácilmente en términos de orientación y caudal de aire. El diseño del interior es muy atractivo, pero lamentablemente, la calidad de los materiales deja algo que desear. En días fríos, los plásticos crujen y hay ruidos molestos que desaparecen cuando el coche se calienta y los plásticos se expanden ligeramente.
Las plazas traseras son adecuadas, pero para un coche que mide más de 4,7 metros, podrían ser más espaciosas. Sin embargo, incluso con un conductor de 1,85 metros de altura, un pasajero de la misma estatura puede sentarse detrás sin tener que preocuparse por rozar las piernas en el asiento delantero.
El maletero tiene una capacidad de 600 litros y una forma muy cuadrada que lo hace muy utilizable. Los respaldos traseros se pueden abatir fácilmente, dejando un suelo prácticamente plano. Desafortunadamente, no hay rueda de repuesto debajo del piso del maletero, y solo se incluye un kit de reparación de pinchazos.
PRUEBA DINÁMICA
El Mercedes GLC 220d 4Matic tiene un grupo propulsor que se destaca por su etiqueta Eco, algo inusual en un motor diésel. ¿Cómo lo logra? Gracias a un sistema de micro hibridación de 48 voltios que asiste al motor de 2 litros y 4 cilindros en momentos clave, como el arranque y la aceleración, reduciendo el consumo y mejorando la respuesta. Este sistema eléctrico de 23 CV no se suma a los 197 CV del motor diésel, sino que trabaja en conjunto con él para reducir su carga en situaciones donde no necesita toda su potencia. Por ejemplo, si necesitamos 80 CV para acelerar, utilizamos 23 CV eléctricos y permitimos que el motor diésel aporte solo 57 CV, lo que mejora la eficiencia.
Además, este motor eléctrico ayuda en el arranque del sistema stop & start y permite apagar completamente el motor cuando el vehículo rueda en modo vela. La transmisión de la potencia se realiza a través de un sistema de tracción total de reparto variable y una caja de cambios automática de 9 marchas, que incluye una función de rueda libre en el modo eco de conducción.
En términos de rendimiento, el GLC 220d 4Matic se desempeña de manera excelente, con consumos reducidos y un buen empuje gracias a los 197 CV y 440 Nm de par. Sin embargo, el sonido del motor es un aspecto negativo que reduce el confort de la conducción, aunque se puede mitigar con la ayuda del equipo de sonido de alta calidad que incorpora el vehículo.
Es fascinante cómo el Mercedes GLC 220d 4Matic, un vehículo tan pesado y alto, puede moverse con tanta soltura y agilidad. El secreto de su excelente desempeño en carretera radica en el trabajo excepcional realizado en su chasis. La dirección responde rápidamente y el guiado del eje delantero es excepcional, lo que hace que el manejo del coche sea preciso y agradable.
En la ciudad, el GLC se mueve con bastante fluidez, aunque el ruido del motor a baja velocidad puede ser un poco molesto. La dirección giratoria y la transmisión automática suave facilitan la conducción, mientras que los sensores y cámaras de 360º ayudan a evitar choques no deseados.
En carreteras secundarias, el GLC es sorprendentemente ágil y fácil de manejar. Con su motor de 197 CV y un par motor superior a los 400 Nm, realizar adelantamientos y subir pendientes es muy fácil, incluso cuando el coche está completamente cargado. La tracción total es rápida y segura, aunque la anchura de las ruedas traseras puede ser un problema sobre superficies mojadas.
En la autopista, el GLC es un vehículo muy cómodo y silencioso. Gracias a su excelente autonomía, podemos viajar largas distancias sin sentir fatiga. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las enormes llantas de 20 pulgadas pueden limitar su uso fuera del asfalto y pueden afectar su comportamiento en charcos o superficies resbaladizas.
El Mercedes GLC 220d 4Matic es un vehículo muy capaz y cómodo para largas distancias, pero hay que considerar las limitaciones que pueden surgir debido a las llantas de gran tamaño y la anchura de los neumáticos en algunas situaciones.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Comodidad y Lujo
- Potencia y eficiencia
- Seguridad y Tecnología
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Tamaño y Peso
- Llantas de 20 pulgadas
- Visibilidad limitada
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
Veredicto Final
