Los mejores perfumes vienen en frascos pequeños y la Crossfire XS es la mejor prueba de ello
Brixton vuelve a dar un golpe en la mesa con lo que parece una moto graciosa y desenfadada pero que esconde la comodidad y la versatilidad necesaria para la ciudad.
El envoltorio es una scrambler a escala con aires vintage mezclado con led y líneas modernas.
Tiene todos los detalles camperos propios de una scrambler, su manillar elevado con el rodillo decorativo, asiento plano e incluso los neumáticos mixtos combinan a la perfección.
El color Cargo Green le da un toque salvaje y sofisticado, pero también podremos optar por el Clockwork Orange o el elegante Backstage Black.
Uno de los detalles que más llaman la atención son sus llantas de 12 pulgadas con 5 radios dobles que otorgan una maniobrabilidad perfecta para la ciudad.
Su diseño está basado en las legendarias minibikes japonesas de los años 70 pero con el estilo Crossfire de la marca.
PRUEBA EN CIUDAD
Nada más subir a la XS nos cambia la percepción que tenemos de la moto, engaña y mucho. El asiento se encuentra a 760 mm y aunque es apta para casi todas las estaturas, no nos sentimos agobiados ni muy flexionados consiguiendo una postura cómoda. La altura nos permite maniobrar sencillamente los 111 kg y la posición de las estriberas se antoja algo alta sintiendo las rodillas bastante flexionadas.
La posición del manillar es buena y nos permite llevar la espalda recta y vertical. Es suficientemente ancho y no sentimos fatiga en hombros ni muñecas.
Las formas de su asiento son redondeadas y ergonómicas, una pena que su mullido sea algo justo, la dureza se va notando según hacemos kilómetros.
A la hora de ratonear entre coches no hay moto mejor, sus cotas son reducidas y facilitan sentirnos una auténtica bici entre el tráfico.
Si queremos llevar acompañante vamos a sufrir la distancia entre ejes, poco espacio queda para ir mínimamente cómodos, además, el asiento se vuelve más duro en la parte trasera. La plaza trasera es testimonial.
PRUEBA EN CARRETERA
¿Podemos salir a carretera con la Crossfire XS? La respuesta es sí. Sus 11 caballos mueven con solvencia el reducido peso y nos permite alcanzar una velocidad suficiente para mantener una velocidad de crucero de 100 km/h. Pese a su tamaño, su ritmo es comparable a la mayoría de motos de 125 centímetros cúbicos del mercado.La capacidad del depósito nos ayuda a tener una autonomía superior a 200 km, sea cual sea nuestro ritmo.
En carretera de curvas se muestra dócil y juguetona, con un escalonamiento decente de la caja de cambios y un embrague suave. La suspensión cuenta con una horquilla invertida que transmite de maravilla y los frenos cuentan con unas dimensiones de 220 mm delante y 190 mm detrás con sistema de frenada combinada. El tacto de frenado es bueno y su potencia es suficiente para controlar a la pequeña de la marca.
Aunque sea una moto urbana, sus neumáticos nos piden guerra fuera del asfalto, lugar donde, dentro de sus limitaciones, se vuelve una moto divertida y muy manejable. La suspensión tiene poco recorrido pero en pista podremos gozar de una pitbike con la que pasar un buen rato o incluso en circuito.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño
- Manejabilidad
- Acabados
- Iluminación
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Ausencia de tecnología
- Asiento duro
VEREDICTO FINAL
Hasta ahora, las minibike contaban con una limitación real, y no era otra que su precio. Pedir más de 4.000€ por una moto de 125 en miniatura podía ser excesivo. Brixton propone el mismo concepto pero con un precio de salida cercano a los 2.000€ y con un diseño distinto y a la moda.
Manejable en ciudad y capaz de movernos por carretera con solvencia y dignidad, la Crossfire XS es una moto muy a tener en cuenta para iniciarnos en el mundo de las dos ruedas.
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IMÁGENES DISPONIBLES DE LA MOTO PROBADA
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
