La gama Duke, nació con la aparición en 1994 de la Duke 620, un modelo naked de un solo cilindro y con el espíritu propio de la legendaria marca austriaca. Después vendría la 640 como actualización y la 690 como modelo definitivo que conviviría con una gama completa que abarcaría todos los tamaños, desde la 125 hasta la 1290 Super Duke.
La 890 Duke llegó al mercado para sustituir a la 790, una naked bicilíndrica de carácter deportivo y transgresor, caracterizada por una estética rompedora y un motor que sube las pulsaciones nada más subir. El modelo actual cuenta con 890 centímetros cúbicos y 115 caballos de potencia. Una declaración de intenciones sin precedentes.
Deportividad y ganas de llamar la atención, la mires por donde la mires no pasa desapercibida
Su apariencia incisiva nos declara sus intenciones desde el minuto uno. La armonía conseguida en la Duke 890 puede que sea la más exitosa de la gama austriaca por las proporciones obtenidas en todo el conjunto y ya será la opción de cada uno decidir si nos parece bonita o no, pero su estética convence.
Cada ángulo rezuma KTM por los cuatro costados, vértices agresivos y plásticos que favorecen al carácter deportivo de la naked media de la marca naranja. El frontal está presidido por un característico faro dividido en dos secciones con tecnología led encastrado entre los dos laterales salientes de la parte delantera del depósito.
En el lateral encontramos un conjunto de líneas que apuntan hacia la rueda delantera y que enfatizan su estilo agresivo y deportivo, desde las líneas del depósito como el asiento y los plásticos laterales hasta la postura de conducción nos echan hacia adelante sin miramientos.
Su motor está bien exprimido, 115 caballos son una auténtica pasada para su contenido peso, ¡169 kg!
PRUEBA EN CIUDAD
Antes de recoger la moto, pensaba que tendría muchas cosas positivas que contar en el apartado urbano del artículo, pero sorprendentemente, en KTM han olvidado a los usuarios urbanos, el tacto del acelerador es brusco y su motor se encuentra incómodo a bajas revoluciones, se le nota fuera de contexto, desorientado y torpe. Ya sabemos que pide alegría, pero no pensábamos que fuera tan exigente, cuantas más revoluciones, más dócil y elegante se vuelve, por lo que tendremos que ser pacientes y coger el truco al motor 890.
Su depósito de 14 litros tiene un tamaño decente para el segmento y, pese a lo que indica su parámetro de consumo medio se puede situar cerca de los 5 litros cada 100 kilómetros a ritmo tranquilo.
Consiguiendo una autonomía de 250 kilómetros antes de entrar en reserva, más que suficiente, es posible que necesitemos parar antes a descansar.
Su cuadro de instrumentos se presenta en formato de pantalla “tipo tablet” con un buen brillo y legibilidad y una interfaz sencilla con toda la información necesaria disponible a un solo vistazo.
A través de la piña izquierda podremos acceder a todos los ajustes de la moto: modos de conducción, control de tracción, quickshift, ABS y demás parámetros tecnológicos de la KTM.
Si necesitamos llevar acompañante, debéis saber que el nivel de confort está en la media del segmento, una posición elevada con estriberas elevadas y pierna derecha muy próxima al escape (notaremos el calor) y una superficie bastante reducida para el trasero y un mullido suficiente para trayectos cortos.
PRUEBA EN CARRETERA
La carretera abierta nos recibe con las manos abiertas sabiendo de lo que es capaz ésta bicilíndrica tan ligera y potente. En carretera de curvas es la reina del segmento, con una garra y deportividad de alto nivel gracias a un acelerador reactivo hasta en su modo más “tranquilo” y un sonido de escape de estilo “supermoto” que nos pide subir de vueltas y mover mucho la marcha engranada y una posición de pilotaje adelantada y contundente para tener facilidad a la hora de tomar curvas y descolgarnos.
La subida de vueltas es agresiva, la nueva generación de la Duke ha vuelto más radical que nunca y nos hará muy difícil llevar un ritmo tranquilo en zonas viradas, nos pide correr y llevarla alta de vueltas, se siente más cómoda así.
En autovía, como buena naked, el aire es el mayor rival al no tener ningún tipo de protección aerodinámica y a más de 100 km/h nuestro cuello empezará a sufrir. Por lo demás, la KTM se siente estable y bien equilibrada a velocidad de crucero pese a un liviano peso que nos hace sentir una fragilidad a la hora de recibir viento lateral o cambios de dirección a alta velocidad.
El escalonamiento de las marchas es exquisito, con una tercera que te hace volar y un quickshift algo fallón si no cambias de marcha con decisión. El embrague es pura mantequilla facilitando el uso convencional de la transmisión.
La frenada depende de dos discos delanteros de 300 mm con pinza Brembo y un disco trasero mordido por una pinza flotante de un solo pistón.
La dureza de la suspensión también es protagonista potenciando su carácter deportivo, muy práctica en cambios de rasante y curvas exigentes pero no lo suficiente para aportar confort en un trayecto con pavimento irregular.
Por último, y como muchos y muchas podréis averiguar, no es una moto para largos recorridos, su postura está pensada para jugar durante tiempos breves y si decidimos hacer largos viajes necesitaremos parar mucho para estirar las piernas y descansar la espalda.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño atrevido y radical
- Motor enérgico
- Tecnología
- Iluminación
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Precisión del Quickshift
- Piloto trasero
- Tacto del freno trasero
VEREDICTO FINAL
KTM sigue fiel a su espíritu, ha redondeado el concepto con un 890 radical que pide emoción nada más pulsar el botón de encendido. Muy divertida y rápida en carretera de curvas y torpe en la ciudad. Queda claro que no es una buena “moto única” en nuestro garaje si la queremos para todos los usos, pero sí es una de las mejores elecciones para diversión de fin de semana.
IMÁGENES DISPONIBLES DE LA MOTO PROBADA
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!
Nuestra valoración
