Volvemos a la ciudad como debe ser, con todo un referente entre los scooter de media y alta cilindrada.
Un modelo que nació en 1998 para ofrecer buen rendimiento acompañado de estilo y funcionalidad y que se ha ido manteniendo en el mercado como un referente del que aprender y al que batir.
Bien es cierto que últimamente había quedado rezagada en aspectos tecnológicos y de diseño pero, de igual manera, seguía teniendo buenas cifras de ventas.
Su apariencia era tosca y pesada, haciendo parecer que le sobraban unos kilos y en 2017, la marca decidió poner fin a dichas críticas rediseñando el conjunto y aportando una línea más deportiva y afilada.
El nuevo frontal cuenta con unas ópticas más incisivas y con tecnología full led con una sencilla y bonita firma lumínica para dar paso a un carenado más envolvente y aerodinámico donde integra los intermitentes delanteros pero prescinde de los retrovisores, que van en el manillar.
Su lateral también ha ganado estilo y personalidad con una cintura baja más compacta y un asiento algo más estilizado. El suelo no es completamente plano ya que contamos con la tapa del depósito sobreelevada en el centro del mismo, por lo que tendremos limitaciones a la hora de encontrar la postura perfecta para nuestros pies.
La zaga podríamos considerarla como la parte más conservadora del conjunto con una trasera elevada y prominente donde el protagonismo se lo llevan las ópticas de gran formato y una combinación de colores (rojo y blanco) algo anticuada.
Para la rueda delantera confían en unas medidas 120/70-15 y en la trasera 150/70-13, garantizando una gran manejabilidad en ciudad.
El cambio estético es muy notable, ganando personalidad y carácter y poniendo de manifiesto las intenciones de la marca.
PRUEBA EN CIUDAD
Comenzamos la prueba en su hábitat natural, y es que la Burgman ahora es aún mejor que su predecesora siendo más estrecha y corta entre ejes sin limitar casi su habitabilidad.
El motor es un 399 cm3 monocilíndrico con refrigeración líquida optimizado para rendir más y mejor en bajo y medio régimen, perfecto para la ciudad.
Su ángulo de giro es óptimo facilitando su uso entre coches y por calles estrechas y su entrega de par se muestra contundente y lineal desde muy abajo, por lo que podremos tener una buena salida de semáforos e incorporaciones.
El asiento es una delicia y sigue contando con una de sus mayores virtudes y es que del suelo solo le separan 75 cm, siendo apta para todas las tallas. Su mullido es excelente y sus formas recogen bien el cuerpo retrasando la fatiga a sus lomos.
Como decía antes, la única pega será la limitación de espacio en el suelo, obligando a llevar los pies en la misma posición.
La postura de conducción es correcta permitiendo llevar la espalda recta y los hombros relajados con los codos ligeramente flexionados, además la forma del asiento permitirá llevar las lumbares apoyadas en el respaldo formado al comienzo de la parte correspondiente al pasajero, el cual podrá ir increíblemente cómodo gracias a una anchura considerable y una longitud que permite, si queremos, no tocar al conductor.
PRUEBA EN CARRETERA
No solo es un scooter urbano y fue concebido para ser utilizado en carretera, sus 32 caballos permiten contar con un ritmo más que suficiente en condiciones normales, teniendo una muy buena recuperación y alcanzando velocidades muy por encima del límite permitido.
Su manejabilidad es muy buena y pese a sus 220 kg podremos inclinar de manera ligera y estable.Su depósito es de 13,5 litros y alcanza una autonomía máxima de hasta 350 km.
Su posición en carretera abierta es muy buena y su protección aerodinámica nos cubrirá por completo si medimos menos de 1,80 m.
El consumo se sitúa por debajo de 3,5 litros cada 100 km, una cifra nada mala teniendo en cuenta su peso y cilindrada.
Cuenta con dos compartimentos en el frontal de su carenado para poder guardar objetos de tamaño medio como una cartera o un móvil, pudiendo cargar este último gracias a una toma de 12V situada en el compartimento derecho.
Bajo el asiento encontramos 42 litros con unas formas bastante regulares en los que podremos guardar 1 casco integral y otro casco de tipo jet.
Este modelo dispone del sistema SAIS de Suzuki, un inmovilizador de la llave de puesta en marcha. La protección contra el robo también ha sido valorada incluso para que la carrocería del Burgman tenga una pequeña apertura en su parte inferior para facilitar el atar el scooter a una farola mediante un candado. El último detalle pensando en el usuario es el freno de estacionamiento.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño actualizado
- Ergonomía
- Rendimiento y consumo del motor
- Habitabilidad
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Cuadro de instrumentos
- Calidad de algunos acabados.
VEREDICTO FINAL
Más de 20 años dan para mucho, y Suzuki ha sabido situarse en un nivel favorable, equilibrado y coherente para aquellos usuarios que buscan la funcionalidad y la clase para moverse por la ciudad. Los cambios incluidos en 2017 actualizan el aspecto más vulnerable de la Burgman y ya cuenta con un diseño suficientemente atractivo para no perder clientela.
Como Maxiscooter creemos que es la opción más lógica en cuanto a habitabilidad y motorización teniendo un buen rendimiento sin perder eficiencia ni funcionalidad.
IMÁGENES DISPONIBLES DE LA MOTO PROBADA
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!