Adiós a los guardarrailes asesinos y posible solución para los motoristas.
[/et_pb_text][et_pb_text admin_label=”Texto” background_layout=”light” text_orientation=”justified” use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid”]Hace un año han aprobado desde el Congreso la eliminación de los llamados “Guardarrailes Asesinos” estas protecciones que en gran parte de las vias se encuentran para protección de colisión entre coches, motos, etc. Pero los más afectados con este tipo de protección son los motoristas quienes al golpear en dichos guardarrailes dependiendo de la velocidad y el impacto es un final que nadie quiere que ocurra.
[/et_pb_text][et_pb_video admin_label=”Vídeo” src=”https://www.youtube.com/watch?v=jujeJysdH1o” /][et_pb_text admin_label=”Texto” background_layout=”light” text_orientation=”justified” use_border_color=”off” border_color=”#ffffff” border_style=”solid”]En caso de un accidente tanto tu vehículo como tu sufren, lo material se recupera en la medida de lo posible más si esta asegurado con una buena póliza de seguro que contemple una cobertura correcta, para los motoristas un seguro de moto es algo tan esencial como la vida misma.
Pues justamente la vida es la que corre mucho riesgo cuando un motorista cae de la moto y sale directamente contra estos guardarrailes que serán sustituidos de manera progresiva. Se retiraran únicamente los que estén situados en los llamados puntos negros de las carreteras españolas, que se contabilizan por un total de 1.314 puntos negros que suponen un total de 25.172 kilómetros aproximadamente.
Serán sustituidos por un sistema ya patentado y probado, el protector de guardarraíles que une a una homologada eficiencia, el bajo coste, la facilidad de instalación y su versatilidad en todas las carreteras. La empresa que comercializa denominada Railbag empezará la comercialización del nuevo protector, que tendrá un coste de 17 euros el metro y destaca por su bajo coste, fácil instalación y versatilidad en todas las carreteras.
La principal baza del sistema Railbag es su simplicidad, lo que permite una fácil instalación con un bajo coste, pero enormemente eficaz para proteger a los motoristas o los ciclistas en caso de accidente o caída.
Básicamente es una ancha banda de material plástico y cuatro metros de largo que, además puede fabricarse con elementos orgánicos o inorgánicos de desecho de los que se extraigan polímeros, lo que lo hace totalmente ecológico. El ancho de la banda evita el contacto del accidentado con cualquier parte metálica del guarda raíl y, al no deja espacios abiertos, hace imposible la mutilación de algún miembro, como ocurre con los actuales guardarraíles, además de evitar un impacto con los postes.
La banda plástica reconduce el cuerpo hacia una zona segura o el arcén, mientras el asfalto frena al accidentado por rozamiento. Una vez superado el golpe, la cámara de aire de la banda protectora recupera automáticamente la presión y, por el tipo de polímero utilizado en su fabricación, el sistema de protección vuelve a la posición inicial sin ninguna intervención posterior.
En las pruebas de homologación del Railbag realizadas en el Centro de Investigación y Desarrollo del Automóvil (Cidaut) el sistema de protección fue capaz de absorber un 80% del impacto cuando se produjo a una velocidad de 60,9 km/h y con un peso del maniquí de 86,20 kilos. Lo que confirmó que reducía de forma importante el daño en el cuerpo y eliminaba cualquier tipo de lesión grave. Además se confirmó que con este sistema el cuerpo se para contra el sistema evitando un atropello por el rebote a la calzada.
Actualmente está en proceso de homologación el mismo sistema para un impacto a 80 km/h.
Fuente e imágenes: elmundo.es
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