Hace pocas semanas tuvimos en nuestro garaje al polivalente Jeep Compass con etiqueta C, pues bien, hoy viajamos al presente para presentaros su versión 4xE, híbrida enchufable que combina un bloque 1.3 de 179 caballos de gasolina con un motor eléctrico que rinde una potencia máxima de 60 caballos.La unidad de prueba viene bien adornada con el acabado más offroad y exclusivo, el Trailhawk, una versión que nos hace olvidar un poco el universo SUV para adentrarse levemente en el todoterreno.
La batería puede ser cargada por completo en menos de cinco horas en una toma doméstica de 2,3 kW y en una hora y cuarenta minutos en un wallbox de 7,4 kW.
Análisis exterior e interior
240 caballos pueden parecer muchos pero, hoy en día, la tendencia está al alza gracias a la inclusión de los motores eléctricos. La respuesta del bloque es contundente y la fuerza combinada nos mueve con fuerza pudiendo graduarse según seleccionemos los distintos modos de conducción.
El puesto de conducción nos sitúa elevados gracias tanto a la carrocería como a la suspensión específica que convierte al Compass en una barca a la hora de filtrar las irregularidades del terreno.
Otro de los temas más controvertidos del mundo eléctrico es la mordida de frenado, habitualmente artificial y sin tacto que a tantos incomoda. No es así en el Jeep, que cuenta con una frenada bastante fiel y real, pese a seguir siendo un sistema de regeneración de energía han conseguido que el tacto sea directo y poco esponjoso.
Las aptitudes offroad son sorprendentemente buenas teniendo en cuenta que es un SUV que compite con los Qashqai, Tiguan, etc y la inclusión de los sistema de ayuda a la conducción como el control de descenso, la reductora y el Modo 4WD Lock nos permite tomar una alternativa al asfalto de manera segura y divertida.
El consumo medio homologado es de 2,2 litros cada 100 kilómetros aunque es un dato muy orientativo ya que dependerá, no sólo de nuestro estilo de conducción sino también de la posibilidad de carga y de los kilómetros que realicemos al día.
PRUEBA DINÁMICA
245 caballos para llevar a la familia, los mismo 245 caballos que movían al Golf GTI y que ahora aportan al Octavia una garra controlada que nos hace sentir los reyes de la carretera. 370 Nm de par y un peso total de 1.500 kg son más que suficientes para divertirnos en tramos de curvas gracias a un chasis más que probado que garantiza una estabilidad a prueba de bombas y una suspensión con un tarado en equilibrio perfecto de dureza sin comprometer el confort.
Cuenta con dos modos de conducción pero lamentablemente la diferencia principal radica en la respuesta del motor y la activación del sonido del habitáculo en modo Sport, lo demás es inapreciable.
En autovía demuestra la realidad de la marca, y es que son devoradores de kilómetros, pensado para alcanzar niveles de confort muy altos en autovía, buena insonorización, el cambio DSG7 responde de maravilla y la suspensión se muestra dócil y sin mucho balanceo.
Una de las sorpresas nos la ha dado el consumo, que tras cerca de 1.300 km por autovía, ciudad y carreteras secundarias y todo tipo de ritmos nos ha dado una media de 6.8 litros por cada 100 kilómetros. Una cifra muy notable teniendo en cuenta que es un 2.0 con más de 200 caballos y ningún tipo de hibridación.
VIDEO PRUEBA en YouTube
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño musculoso y diferente en el segmento
- Interior mejorado
- Motor práctico y eficiente
- Habitáculo amplio
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Uso de negro piano
- Caja de cambios
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!