Mantenimiento de la presión de los neumáticos en verano
Las altas temperaturas que se llegan a alcanzar durante los meses de verano en muchas zonas de nuestro país, y en otros países de Europa o África, pueden poner en riesgo la durabilidad e integridad de nuestros neumáticos y por ende, la conducción segura. Cuando hablamos sobre cómo mantener en buen estado nuestras motos en la época estival, muy tradicional para realizar grandes recorridos, lo primero en lo que debemos centrarnos es en el estado de nuestros neumáticos, un elemento particularmente afectado cuando los termómetros suben -debemos tener en cuenta que se pueden superar los 50 grados y hasta 60 durante la conducción-.
Es imprescindible seguir una rutina de revisión y cuidado de nuestras gomas para evitar daños y abusos que puedan provocar daños irreparables. La vida útil de un neumático depende varios factores entre los que destacan las condiciones de almacenamiento, tipo de uso, carga, velocidad, estado del pavimento y mantenimiento. Otro de los elementos fundamentales en que debemos prestar la mayor atención posible en verano es la presión, un componente en que además podemos influir de forma muy fácil.
Hoy queremos hablar sobre cómo tratar la presión de los neumáticos de motos, cómo regularla adecuadamente, y la importancia que tiene su correcta revisión. Son unos pasos básicos pero frecuentemente olvidados. Su correcto mantenimiento prolonga la vida útil de nuestros neumáticos y, sobre todo, aumenta la seguridad durante la conducción.
¿En qué consiste la presión?
La presión en el neumático es el resultado de encerrar una cantidad determinada de aire en el espacio disponible para ello, esto es, una cámara de aire en caso de neumáticos que dispongan de ella (neumáticos TT) o bien en el espacio entre neumático y llanta si no tienen cámara (neumáticos tipo TL). La presión en España se mide en bares (BAR) aunque puede haber otras unidades como PSI ( libras por pulgada cuadrada).
Cuando la presión aumenta, las partículas de aire chocan contra las paredes interiores de la goma ya que tienen menos espacio; aquí es donde se produce el hinchamiento del neumático. Cuando las temperaturas cambian, este proceso se vuelve más complejo porque el aire, que es un gas, varía en función de las temperaturas, expandiéndose cuando está caliente y contrayéndose cuando está frío.
Por lo tanto, la presión de nuestras motos es diferente cuando varía la temperatura de los neumáticos, teniendo menos presión cuando la moto está parada y “fría”, y más presión durante el funcionamiento normal. De esta variación con la temperatura se deriva la gran importancia de la verificación de la presión en verano, ya que las diferencias de temperaturas pueden ser muy importantes.
Cómo influye el calor extremo en la presión
¿Por qué es comprobar la presión con frecuencia durante el verano? El calor tiene una gran influencia en el estado y rendimiento de los neumáticos, y es que la presión varía en función de la temperatura, así que si no tenemos especial cuidado durante los meses de más uso, podrías comprometer el funcionamiento seguro de la moto y el rendimiento final de los neumáticos.
Cuando nos encontramos en días de calor y pretendemos realizar desplazamientos (ya sean cortos o largos), es imprescindible que comprobemos la presión antes de iniciar el recorrido, con el neumático lo más frío posible, sin mover la moto y si es posible, a la sombra. En caso de que el desplazamiento sea por un viaje de largo recorrido, con carga máxima, la comprobación regular es fundamental porque, como siempre decimos, en precaución nunca debemos escatimar.
En verano, especialmente en zonas de montaña, se pueden alcanzar temperaturas muy altas durante el día mientras que pueden ser muy bajas por la noche, con diferencias de hasta 20°. Esto significa que la presión de los neumáticos puede variar hasta un 8% por el sólo efecto de la temperatura, sin que nosotros intervengamos.
De forma habitual se puede verificar la presión en estaciones de servicio, pero es también frecuente que los instrumentos de medición no estén correctamente ajustados, con lo que la comprobación no será muy ajustada a nuestras necesidades. Nosotros recomendamos que os hagáis con un manómetro de calidad para el propio y exclusivo uso de vuestra moto, de éste modo tendréis la mejor y más fidedigna medida de la presión.
La presión recomendada siempre está disponible en el manual de usuario o bien en algún punto del chasis o bastidor de la moto, y el ajuste de la misma se debe hacer siempre en frío, y como hemos dicho antes, si es posible a la sombra para evitar que el calor del sol modifique los parámetros básicos de presión. No se deben realizar variaciones de la presión fuera de lo que especifique el fabricante del vehículo.
El tapón de válvula, una pequeña pieza con un gran impacto
El tapón de válvula de los neumáticos es mucho más que una bonita pieza de joyería, cuentan con un papel fundamental cuando hablamos de la presión.
El propósito principal de los tapones de válvula es ayudar a mantener el polvo y la suciedad fuera de la válvula y sellar en la medida de lo posible pequeñas fugas que pudiesen suceder. Puede que esto no parezca un trabajo especialmente importante, pero si las partículas de polvo o suciedad atascan el mecanismo de la válvula es muy fácil que se pueda desarrollar una fuga de aire por la misma o incluso que no pudiese inflarse adecuadamente el neumático.
Otro efecto menos conocido es el resultado de la fuerza centrífuga al girar los neumáticos, ya que cabe la posibilidad de que a altas velocidades la válvula no selle completamente y deje escapar el aire, un riesgo que puede evitarse con un tapón de válvula adecuado. Si alguna vez has tenido un neumático con una fuga lenta, que parece mantener el aire al principio pero que pierde presión con bastante rapidez, lo más probable es que se trate de una válvula con fugas. Una vez que la válvula está dañada, no hay nada que pueda hacer más que reemplazar la cámara en caso de que la moto esté equipada con ellas, o la válvula completa en caso de que no disponga de cámara y la válvula esté fija en la llanta.
Fuente: Continental