Opel Insignia Grand Sport ST 2021
Toda época cuenta con sus pros y sus contras, pero todos podemos estar de acuerdo con que la desaparición de las berlinas del mercado generalista es un golpe duro para los amantes de los coches. Hoy en día la gran mayoría prefiere comprar un SUV antes que una berlina o una ranchera, cosas de las modas.
El invitado de esta semana es una “rara avis” que no queremos que desaparezca o que se convierta en otro concepto de coche, el Insignia tiene el espíritu de aquellas berlinas que coparon las superventas de las últimas décadas con una presencia imponente y elegante y un interior sofisticado, cómodo y amplio.
Su línea marcada con cromo en la parte alta para separar el techo de las puertas dan un aspecto inconfundible al Insignia Familiar que probamos.
Análisis exterior e interior
Heredando las características del desaparecido Vectra, el Insignia llegó a nuestro mercado en el año 2008 para dar un salto de calidad y proporciones luchando cara a cara con otros superventas como el Toyota Avensis, Honda Accord, Ford Mondeo o Renault Laguna.
Tras años de éxitos y dos generaciones en 2020 recibió un restyling estético y mecánico pero manteniendo la base y las proporciones.
En esta ocasión contamos con el acabado más deportivo, el GS Line y una pintura roja que combina de maravilla con una estética sobria pero elegante y con un toque deportivo y musculoso.
Cuenta con llantas de 18 pulgadas, luces matriciales IntelliLux LED y detalles cromados en los marcos de las ventanas y parrilla delantera.
Son destacables las líneas de tensión que recorren su largo y horizontal capó que unen el parabrisas con las ópticas y remarcan su amplia parrilla así como la cintura creada en sus puertas para otorgarle robustez por la línea horizontal paralela a la zona baja de sus ventanillas.
La trasera también cuenta con una presencial grande y horizontal gracias a la posición de sus ópticas que se introducen en un portón decorado con una especie de saliente a modo de alerón que se complementa con una línea opuesta bajo los faros.
Análisis interior
Como vimos hace poco durante la prueba del Opel Crossland, al entrar en el habitáculo del Insignia percibimos un interior algo desfasado en cuanto a diseño pero con una calidad de materiales a la altura del segmento, sus líneas son suaves, fluidas e integran a la perfección tantos los aireadores como el sistema multimedia, situado en una posición que pese a estar dentro del salpicadero no se encuentra muy abajo permitiendo su visualización sin desviar mucho la vista de la carretera.
El cuadro de instrumentos combina lo analógico y lo digital gracias a dos esferas y una pantalla donde poder consultar toda la información multimedia y los parámetros del trayecto.
Los materiales utilizados en el interior están bien ajustados y situados, dejando a la vista y tacto las gomas blandas y ocultando las partes de plástico duro dando una buena sensación de calidad.
Los asientos acabados en tela tienen una buena sujeción sin llegar a ser deportivos y con un mullido confortable y un ajuste manual que nos permite encontrar nuestra posición ideal sin problema alguno.
La pantalla central cuenta con una fluidez justa y una disposición de aplicaciones algo caótica y numerosa que nos costará aprender a manejar, al igual que el volante, cuya botonería es poco intuitiva.
Respecto a la capacidad de carga, el Insignia familiar cubica 560 litros (130 litros más que su predecesor), ampliables al abatir los asientos -40:20:40- hasta los 1.665 litros. Cuenta con ganchos, iluminación, unas formas muy aprovechables, una boca de carga amplísima y un doble fondo con el kit de reparación de pinchazos o la rueda de repuesto de emergencia.
PRUEBA DINÁMICA
El motor 1.5 diésel de 122 caballos se presenta como una alternativa de bajo consumo pero en detrimento de su capacidad de marcha, algo perezosa en bajas vueltas y con un sonido algo tosco para la época en la que vivimos, en cambio, el habitáculo está bien insonorizado y no captaremos mucha rumorosidad del bloque. La parte positiva es que podremos alcanzar consumos cercanos a los 5 litros cada 100 kilómetros pese al peso del conjunto.
Si buscamos más dinamismo el bloque tricilíndrico nos parecerá poca cosa pero si nuestro ritmo es tranquilo y nos preocupa el consumo, es nuestra opción más lógica.
El cambio manual de 6 velocidades no ayuda a que mejore el ritmo del modelo ya que la poca elasticidad del motor nos obliga a estar jugando continuamente con el cambio, teniendo que reducir varias velocidades para incorporaciones o adelantamientos.
La dirección es cómoda y adecuada al tipo de coche que probamos facilitando su maniobrabilidad sin ser el coche adecuado para la ciudad debido a sus 5 metros de longitud.
El restyling se ha beneficiado de una reducción cercana a los 200 kg de peso mediante la modificación de su chasis y una mejora torsional del 9% que junto al acertado tarado de las suspensiones, que se tragan todas las irregularidades y transmiten estabilidad y firmeza para recorrer muchos kilómetros.
La frenada actúa correctamente gracias a unos discos ventilados delanteros que permiten una dosificación correcta y esperable en un vehículo de estas características.
A nivel de asistencias a la conducción y de seguridad, puede equipar alerta de tráfico transversal trasero, alerta de ángulo muerto, aviso de cambio de carril con asistencia sobre el volante, asistente de aparcamiento, reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo, aviso colisión frontal, detector de peatones, indicador de distancia de seguridad…
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
- Diseño exterior
- Puesto de conducción
- Motor eficiente
- Habitáculo amplio
¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR?
- Sistema multimedia
- Diseño interior anticuado
IMÁGENES DISPONIBLES DEL VEHÍCULO PROBADO
En todo nuestro proceso de prueba, realizamos una serie de galería de imágenes de la moto probado para que podéis descargar en vuestro dispositivo, muchas gracias por leernos!