Al volante del Renault Captur E-Tech Hybrid 2022

Análisis exterior e interior

El aspecto del nuevo Captur es notablemente más atractivo que en su primera generación, en la cual se veía más pequeño y frágil para ser un SUV. Ahora cuenta con unas líneas más agresivas que enfatizan el carácter del coche y nos hace verlo de una manera muy distinta. Además, el toque RS siempre le da un plus de deportividad. Su calandra mantiene el estilo por todos conocido pero ha ganado en agresividad, sobre todo en la zona baja del parachoques, donde encontramos líneas robustas que aportan sensación de anchura al conjunto, y las proporciones tomadas, como la longitud del capó y la línea inferior de las ventanas, ahora aportan un toque de distinción y personalidad inconfundibles.

El acabado R.S. Line se muestra deportivo con sus llantas específicas de 18” y detalles propios de la vertiente deportiva, como por ejemplo sus dos rombos en el volante y en la carrocería y la inscripción de Renault Sport en el vano de la puerta delantera. La trasera también se beneficia de un paragolpes más voluminoso terminado en su parte inferior por una especie de difusor con dos escapes falsos cromados, que le infieren cierto toque picante pero frustrante.

Su interior sorprende por su calidad de materiales percibida, nos recibe una tapicería de serie que mezcla tela y piel con un salpicadero de goma negra e inserciones de plásticos color plata, la superficie de goma blanda alcanza todas las zonas de contacto habitual, incluida la rodilla derecha del conductor, algo que nos facilitará la conducción durante trayectos largos.
El salpicadero se muestra moderno, con líneas curvas y materiales bien ajustados y en el que la pantalla central, de formato algo justo (7 pulgadas), se lleva todo el protagonismo con una posición flotante bien ubicada para evitar distracciones durante la conducción. El volante es completamente redondo y destaca por el logotipo de la división R.S. de deportivos Renault, en él podremos manejar toda la información de abordo y los controles de crucero, dejando el control de la radio a un pequeño mando escondido tras el volante en la zona derecha.

Bajo la pantalla nos encontramos mandos físicos para el control de la climatización, algo cada vez en más difícil de ver y que facilita mucho su manejo, son tres ruedas con las que controlaremos temperatura, intensidad y posición de la ventilación, apoyados de cuatro botones más. Sencillo y eficaz.

El toque de diseño lo pone la consola central flotante, que alberga el joystick de la palanca de cambios y una pequeña guantera con puertos USB y auxiliar. En la consola inferior tenemos dos posavasos, el freno de mano y el autoholding.
El apartado de almacenaje lo forman una gran guantera delante del copiloto, un pequeño hueco bajo el apoyabrazos central y un generoso espacio en la parte inferior de los paneles de las puertas.
Los asientos ofrecen un confort suficiente aunque carecen de la sujeción lateral que se les presupone por sus formas deportivas. Combinan piel y tela con buena terminación y unas formas no muy claustrofóbicas para los pasajeros de la segunda fila.

La fila trasera cuenta con una sensación de amplitud algo limitada por el exceso de color negro en asientos y tapicería del techo, necesita más luz dado el tamaño del coche, tiene buen espacio para la cabeza y piernas siempre que no sobrepasemos el 1,80m de altura. Las calidades de los paneles de las puertas son suficientes, con un 50% de goma blanda en su superficie, focalizada en la zona donde apoyamos el codo. Los asientos son cómodos y ofreciendo una posición erguida y con una sujeción lateral casi nula. La parte positiva la encontramos en la plaza central donde sorprende un respaldo mullido gracias a la ausencia de apoyabrazos extraíble. 

Si necesitamos expandir el maletero para llegar a sus 380 litros, podemos adelantar toda la fila trasera de manera sencilla mediante un tirador situado en la parte central bajo la banqueta.