Si algún coche pudiera escribir su propia biografía, el Volkswagen Golf necesitaría una enciclopedia completa. Y es que, a lo largo de sus 50 años de historia, este icónico modelo ha acumulado más aventuras que Indiana Jones. Para celebrar su legado, 700 propietarios de todas las generaciones del Golf se dieron cita en La Gran Golfada, un festival que transformó el aeródromo de Marugán (Segovia) en la capital mundial del amor por el Golf.
¿Lo más impresionante? El primer invitado en llegar fue un Golf I de 1979 que, a sus 45 añitos, sigue circulando como si nada. ¡Este abuelo no necesita bastón! Y claro, como toda buena fiesta de cumpleaños, había música, recuerdos y un sinfín de historias para contar. Enrique Pifarré, director general de Volkswagen en España, lo dijo bien claro: “El Golf es el corazón de Volkswagen. Un coche que ha conectado a diferentes generaciones y ha trascendido a su época”. Palabras que resonaron en los corazones de los más de 2.000 asistentes al evento, una verdadera comunidad de fanáticos que no solo comparten un coche, sino también un estilo de vida.
Pero, ojo, la leyenda no solo sigue viva, ¡sigue más fuerte que nunca! Prueba de ello es que las invitaciones para el evento volaron en 13 minutos. ¡Sí, 13 minutos! Es más rápido de lo que algunos Golf llegan de 0 a 100 km/h, pero claro, cuando la estrella es el coche más vendido en la historia de Europa con 37 millones de unidades, no nos sorprende. Además, no faltaron los modelos con más de 500.000 kilómetros recorridos, demostrando que estos coches no solo son fiables, sino también incansables.
Y como toda buena fiesta, no podía faltar la música. La pista de baile estuvo en manos de DJ Nano, Pignoise, Pepe y Vizio, Dani del Lío, DJ Ardilla y DJ Kike Verdeal. Un cartel de lujo que puso a bailar a los asistentes, pero admitámoslo, el verdadero protagonista siempre fue el Golf, un coche que ha estado presente en momentos inolvidables para miles de familias.
El Golf ha pasado de ser “solo un coche” a ser una auténtica leyenda sobre ruedas. ¡Y vaya si se notó en La Gran Golfada! Más que un simple homenaje, fue un guiño a la nostalgia, un tributo al presente y una promesa de que esta leyenda está lista para seguir conquistando carreteras y corazones.