Reciclaje de neumáticos
Seguro que en alguna ocasión te has preguntado qué ocurre con tus neumáticos Continental cuando acaba su vida útil. Lo cierto es que no es una tarea sencilla y seguro que te sorprenderá el largo proceso que experimentan las gomas desde que te deshaces de ellas en tu taller hasta que alcanzan su segunda vida.
El cambio climático es una de las mayores amenazas a la que se enfrenta la sociedad actual. Poco a poco, las empresas se están sumando a la lucha para combatirlo mediante el control del consumo de energía, la reducción de emisiones o el reciclaje. De hecho, desde el año pasado está prohibido que los neumáticos usados acaben en vertederos. Continental es consciente de la importancia que supone una producción y consumo responsable que respete el medio ambiente y que deje la mínima huella de carbono. Por ello, forma parte de SIGNUS, la entidad sin ánimo de lucro creada en 2005 por los principales fabricantes de neumáticos cuyo fin es alargar la vida útil de los neumáticos y facilitar su reutilización, reciclado y otras formas de valorización.
Clasificación de tus antiguos neumáticos
Todos estamos involucrados en el proceso de reciclaje de los neumáticos, y es que llevar a cabo un correcto mantenimiento de tus gomas durante su vida útil es esencial para que luego puedan ser reutilizados de distintas formas. El viaje de los neumáticos hacia su segunda vida es largo e interesante y comienza en el momento en el que te deshaces de ellos en tu taller de confianza.
SIGNUS recoge los neumáticos y, tras una serie de pruebas, se clasifican en función de su estado como usados o fuera de uso. Esta distribución es llevada a cabo por personal especializado, capaz de detectar cualquier mínimo detalle que determine la validez o invalidez del neumático para este tipo de mercado. Aquellos que son considerados apropiados para convertirse en un nuevo neumático se someten a un proceso de recauchutado que consiste, básicamente, en la sustitución de la banda de rodadura gastada por una nueva. Aunque este proceso no se lleva a cabo en el sector de la moto (NO se venden neumáticos de moto recauchutados), sí que en ocasiones es aplicable a los neumáticos de coches y camión.
El proceso de recauchutado comienza con la inspección minuciosa de las carcasas para comprobar la ausencia de daños y que, por tanto, no se ve comprometido ni el rendimiento ni la seguridad del neumático. Después, la banda antigua se sustituye por una nueva para su posterior vulcanización. De esta forma, las gomas recauchutadas vuelven al mercado con su propia normativa.
Este proceso de recauchutado ayuda a retrasar la aparición de la carcasa desgastada y contribuye a ahorrar en un 25% el uso de materiales nuevos. En 2020, un 12% de los neumáticos volvieron al mercado nacional como neumáticos de segunda mano.
¿Qué ocurre con los neumáticos clasificados como fuera de uso?
Los neumáticos que no pueden ser vendidos en el mercado de ocasión se someten a un proceso de triturado. Esto sirve para crear un nuevo producto de interesantes características que servirá para otras múltiples aplicaciones. En 2020, en nuestro país SIGNUS contó 150.228 toneladas de neumáticos fuera de uso que fueron destinadas a las siguientes actividades:
- 296 toneladas se utilizaron para materiales de obra civil.
- 2.175 toneladas se dedicaron a la generación de energía.
- 57.954 toneladas sirvieron para la fabricación de cemento.
- 89.733 toneladas se dirigieron al proceso de granulación. En este último punto, en el que acaban la mayoría de neumáticos fuera de uso, los materiales que forman las gomas se separan en tres componentes: caucho (50,82%), acero (31,41%) y fibras (17,77%). Cada uno de ellos son reutilizados y tendrán una segunda vida en forma de materiales completamente diferentes.
¿En qué se convierten los neumáticos tras la granulación?
Seguramente pensabas que una vez que cambiaras de neumáticos no volverías a ver a tus antiguas gomas, sin embargo, puede ser que en algún momento de tu vida vuelvas a caminar sobre ellas o incluso formen parte de tus zapatillas nuevas.
Como hemos dicho anteriormente, los neumáticos fuera de uso destinados al proceso de granulación, terminan separados en tres grandes bloques. Por un lado, el acero se retira mediante separadores magnéticos y se recicla utilizándose como materia prima para la fabricación de acero por parte de las empresas siderúrgicas. Por otro lado, la fracción textil se separa a través de mesas densimétricas o sistemas de aspiración, y su destino principal es la valorización energética transformándolo en un combustible sólido recuperado en la industria cementera.
Por último, el caucho reciclado se utiliza para múltiples materiales que todos estamos acostumbrados a ver durante el día a día. Seguro que muchos de ellos te van a sorprender:
- Ni más ni menos que el 50,8% del caucho reciclado de los neumáticos por parte de SIGNUS en 2020 fue destinado a la creación de césped artificial, parte de ellos para campos de fútbol y rugby de clubes de élite. Un dato interesante: para cubrir el Santiago Bernabéu de Madrid serían necesario 80.000 kilos de gaucho granulado.
- El segundo destino más habitual para el caucho reciclado son los pavimentos de seguridad con un 34,4%. Con ellos se fabrican los suelos de los parques infantiles o las tarimas de hospitales y gimnasios.
- El 5,2% acaba siendo mezclas bituminosas, lo que coloquialmente conocemos como el asfalto de nuestras carreteras.
- Aunque el caucho cuenta con otros muchos destinos menos voluminosos, no queríamos dejar de destacar, por lo llamativo, que el 0,3% se convierte en suelas de zapatos. Y es que la mayoría de zapatillas, sobre todo deportivas, tiene su suela fabricada a través de neumáticos. De hecho, Continental y Adidas cuentan con una colaboración común de más de 10 años en las que se han elaborado más de 250 modelos diferentes con suelas Continental.